Como cada año, la Academia Renacimiento y Trinitate Philharmonia celebró su tradicional Gala Navideña, donde además de interpretar las mejores piezas festivas, se reúnen fondos para las labores de la institución.
El esplendoroso recinto recibió a los asistentes como sólo ellos saben: con música. Fue el Trinitate Brass Ensamble el que desde las 7 de la noche fungió como anfitrión de las personas que, con su mejor vestimenta de gala, llegaron desde temprano para disfrutar de las vistas que ofrece la academia a través de su arquitectura y jardines.
Después de este recibimiento, la noche musical continuó en la sala principal; como agrupación estelar se presentó la Trinitate Sinfonietta, pero el programa también contó con la participación de los coros Trinitate, solistas y como invitado especial el Coro Ópera Guanajuato.
En su último concierto de la segunda temporada del año, la Trinitate Sinfonietta, dirigida por el maestro Enrique Rico, inició la noche con un repertorio de cuerdas donde el primer número fue “Forest Green”, seguido de “Wexford Carol”, número especial que tuvo un acompañamiento de gaita y percusiones para sorpresa del público, cerrando el bloque con “Somewhere in my memory”.
Posteriormente se unió toda la orquesta para continuar con los clásicos navideños como el “Vals de las flores” de Tchaikovsky, que pertenece al conocido cuento “El Cascanueces”.
Los músicos en conjunto también interpretaron “Have Yourself a Little Merry Christmas” y “Christmas Festival”, tonadas que a todo el mundo se le vienen a la mente cuando llega Navidad.
En la última parte del concierto se unieron todas las voces a la Sinfonietta, con villancicos que hicieron a las personas cantar, suspirar y también derramar una lágrima de conmoción.
“Do You Hear What l Hear?” y “Fantasia on Christmas Carols” fueron las primeras canciones interpretadas por los artistas corales.
El momento más enternecedor de la noche fue cuando se interpretó “O Holy Night” y “Noche de paz” y se invitó a los asistentes a encender la velita que se les fue dada al entrar y que convirtió el auditorio en un escenario mágico iluminado por la luz de la Navidad.
El concierto, que ya es garantía y es uno de los más esperados por el público de la Academia Renacimiento, terminó su programa establecido ante un sonoro aplauso, pero el derroche de talento siguió en el lobby, pues también es una tradición que al término de la presentación se celebre un cóctel para brindar por las bendiciones del año que culmina, mismo en el que los músicos aprovechan para deleitar con las piezas que les soliciten.