Ciudad de México.- El pasajero Mario González Hernández, quien el pasado 8 de diciembre intentó desviar el vuelo 3041 de Volaris hacia Estados Unidos, podría recibir una pena de tres a seis años de cárcel, aunque el proceso para su sentencia demoraría hasta un año, estimó el Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas (Inija).
Pablo Casas, director general del Instituto, explicó que por el intento de secuestro de la aeronave, al pasajero se le puede acusar de delitos tipificados en la Ley de Aviación Civil, de Vías Generales de Comunicación y en el Código Penal Federal.
Sus acciones, dijo, pueden tipificarse como actos de interferencia ilícita y ataques a las vías generales de comunicación. Lo primero es esperar que el pasajero pueda ser vinculado a proceso dentro de los términos constitucionales.
Una vez que sea vinculado a proceso y se considere qué agravantes se le suman, el Juez ordenará el tiempo que dará para completar las investigaciones, agregó.
Todo este proceso para ser sentenciado tardaría un promedio de nueve meses a un año. Y mientras llega su sentencia podría llevar su proceso en libertad condicionada, pues no es un delito que esté tipificado como grave”, comentó en entrevista.
Casas descartó que se pueda acusar de terrorismo al implicado, pues para ello tendrían que haberse dado otros elementos como que hubiera logrado estrellar el avión o efectuar ataques contra el Estado o la población para causar daño o desestabilizar el Estado de derecho a través de acciones violentas con bombas.
También descartó que el hecho ponga en vilo la categoría 1 en seguridad aérea, pues se trata de riesgos latentes en todo el mundo. Además, señaló que se siguieron los protocolos adecuados para atender un evento de este tipo.
Admitió que si el avión hubiera logrado acceder al espacio aéreo de EU y no se hubiera logrado bajar el avión, éste habría sido derribado dada la experiencia que tuvieron el 11 de septiembre con las Torres Gemelas, apuntó.
HLL