Gobernadora en la jugada
Si algo evidenciaron las últimas dos sesiones -maratónicas- del pleno del Congreso del Estado, de este año, fue que la gobernadora Libia García operó dos decisiones importantes.
El voto del diputado panista Aldo Márquez Becerra, también presidente estatal del PAN, a favor de la reforma al Código Civil del Estado para permitir que las personas trans puedan cambiar sus actas de nacimiento por otras donde aparezca su nuevo nombre e identidad de género.
Ahora podrán hacerlo sin necesidad de presentar un amparo, como sucede hasta hoy en día. Y también los menores de edad, porque no se puso una restricción.
Y la aprobación por parte de la mayoría del PAN y PRI, de reasignaciones presupuestales presentadas por cuatro diputados de Morena.
Aldo enfrenta a sus compañeros
En la sesión del martes, la sorpresa del día fue el voto de Aldo Márquez a la reforma trans, a contrapelo del resto de su bancada, formada por otros 16 diputados, incluida Pilar Gómez Enríquez, quien solo es perredista de membrete, y comandada por Jorge Espadas Galván.
Incluso los propios activistas de la comunidad de la diversidad sexual que estuvieron presentes en la sesión no se dieron cuenta al principio, porque uno de ellos lo interpeló: “¿Dónde estás, Aldo?”, así que alguien le tuvo que decir que ese panista sí había votado a favor de la reforma que los beneficia.
Pero lo que pareció un gesto de solidaridad con la comunidad trans o de reconocimiento de sus derechos, en realidad no tuvo su origen ahí, porque Márquez Becerra nunca se ha pronunciado a favor de estos temas ni forman parte de su agenda legislativa. Tampoco hizo un posicionamiento ese día para razonar o defender su voto, como suele suceder.
En realidad, lo que parece es que quien le pidió ese voto fue Libia a Márquez Becerra.
¿Por qué concluir esto? Solo hay que mencionar que hace un par de semanas, Aldo Márquez se reunió en privado con la gobernadora, en el contexto de que el 20 de noviembre el Tribunal Estatal Electoral lo había “tumbado” a él y a Juanita de la Cruz, de la presidencia y secretaría general del Comité Directivo Estatal del PAN al anular la convocatoria mediante la cual fueron electos.
Hasta esa reunión con la gobernadora, Aldo no había salido a dar un posicionamiento sobre su destitución. Fue hasta el día siguiente del encuentro con Libia Dennise que lo hizo, en un video junto con Juanita, en el que dieron a entender que no “se bajaban” de la dirigencia y que ellos seguían trabajando como si nada hubiera pasado.
Es decir, que hasta que la gobernadora le dio “el espaldarazo” como presidente, porque lo nombró como tal en una fotografía que publicó en sus redes sociales -aunque un mandato judicial acaba de decir otra cosa- Aldo se empoderó y salió a romper el silencio que llevaba alrededor de una semana sobre el juicio en su contra.
Días después, la Sala Monterrey del Tribunal Federal Electoral lo restituyó a él y a Juanita, como dirigentes estatales, aunque el pleito por la dirigencia estatal del PAN sigue aún en la Sala Superior del Tribunal.
Pero a cambio de ese respaldo de la máxima autoridad del Estado en momentos en que Márquez Becerra era blanco del fuego amigo, no sería nada raro que Libia le haya pedido un favor: votar a favor de la reforma trans en el Congreso del Estado.
Porque como se ha difundido, el apoyo a la comunidad LGBTI fue una de las banderas de la campaña de Libia y a petición suya, a través del anterior gobernador Diego Sinhue, el Poder Legislativo le aprobó la creación de la Secretaría de Derechos Humanos, con una Subsecretaría de la Diversidad Sexual.
Así que ella necesitaba que pasara esa reforma para que sea congruente la Secretaría creada exprofeso y lograr que sus políticas públicas estén alineadas con su brazo legislativo.
Además, hace más de un mes, Juan Pablo Delgado, director de Amicus, organización que interpuso y ganó el amparo que obligó al Congreso a aprobar esta reforma, ya había hablado con Libia al respecto y había obtenido su visto bueno.
Así es como se explica el voto aprobatorio de Aldo Márquez a la reforma trans. Haiga sido como haiga sido, como diría otro panista (el expresidente Felipe Calderón), fue congruente el jefe panista.
Los cuatro morenistas que buscaron a Espadas
La aprobación de las reasignaciones del Presupuesto de Egresos del Estado para 2025, en la sesión del miércoles, puso al descubierto la cercanía de algunos diputados de Morena con Libia.
Mientras que se aprobaron reasignaciones propuestas por los morenistas Edith Moreno Valencia, María Eugenia García Oliveros, Ernesto Millán Soberanes y Antonio Chaurand Sorzano, se les rechazaron a otros siete de la misma fracción: David Martínez, Miriam Reyes Carmona, Maribel González, Plásida Calzada, Ricardo Ferro, Carlos Ramos Sotomayor y Hades Aguilar Castillo.
No es coincidencia que los primeros cuatro se hayan reunido el 29 de noviembre, con la gobernadora para presentar sus respectivas cartas a Los Reyes Magos, es decir, sus peticiones de apoyo a obras en sus municipios, porque no tuvieron ningún problema en ir a dialogar con Libia Dennise. Esta reunión también la hizo pública ella misma en sus redes sociales.
Con ellos también estuvo Ricardo Ferro, que es del grupo más duro de la bancada de Morena, pero fue para entregar las peticiones de los otros seis que no quisieron ir, porque son del ala que tiene sus reservas para tener acercamientos.
El grupo de los cuatro que no tiene problema para reunirse, platicar, negociar y acordar con Libia García para obtener beneficios para sus distritos y municipios se manifestó por segunda ocasión en el Congreso en la última sesión.
Frente a sus siete compañeros de bancada que, firmes en no querer verse como “entregados” tan pronto y tan fácil a la gobernadora panista que cuestionaron durante toda su campaña y aún durante el periodo posterior de calificación de la elección como que compró votos, y con ello su triunfo con la tarjeta rosa, que se niegan a negociar el presupuesto para no tener que dar sus votos a cambio de lo que les pidan los panistas.
Al final a Edith, Ernesto y Antonio les aprobaron reasignaciones por 2 millones a cada uno. A María Eugenia, una por 1.5 millones. ¿Valió la pena? Es pronto para saberlo.
Con el aval de la mandataria
La reunión de Libia con el grupo de diputados de Morena que se han acercado a ella, se efectuó el 29 de noviembre en Palacio de Gobierno. En ese encuentro los “morenos” no solo hicieron peticiones, sino que también escucharon la disposición de Libia para apoyarlos. No se sabe si les ofreció cumplir sus peticiones, pero la apertura para apoyarlos sí la expresó, según declaró a AM posteriormente la diputada María Eugenia García.
Y, por lo visto en la sesión de más de nueve horas del miércoles, de las cuales siete se emplearon en la discusión del Presupuesto de Egresos estatal, de aquella reunión de noviembre en Palacio de Gobierno los cuatro diputados mencionados ya salieron “encaminados” y con el visto bueno de la gobernadora para posteriormente acercarse con el coordinador de la bancada panista Jorge Espadas Galván a hacerle sus peticiones presupuestales para ser aceptadas.
“Cinco diputados se acercaron al grupo parlamentario del PAN para que aprobáramos sus reservas, con cuatro pudimos construir, con una diputada definitivamente no pudimos construir porque era una reserva de 100 millones de pesos, de un recurso que está en la Federación”, dijo Espadas.
A los cuatro que se refería eran exactamente los mismos que se habían reunido el mes pasado con Libia Dennise: Ernesto Millán, Antonio Chaurand, Edith Moreno y María Eugenia García.
Con la quinta que no pudo concretar acuerdos Jorge Espadas fue Maribel González, quien propuso reasignar 100 millones de pesos para pagar a los exbraceros que trabajaron en Estados Unidos de 1942 a 1964, que durante ese tiempo crearon un ahorro, que fue entregado hace años al Gobierno de México pero éste no lo repartió a los extrabajadores y se desconoce dónde quedó. Y no se pudo porque ese es un tema de competencia federal, explicó Espadas.
Al día siguiente, David Martínez Mendizábal, coordinador de la fracción de Morena, dijo en entrevista que esa votación diferenciada se debió a que sus cuatro compañeros “emplearon una estrategia distinta a la que el grupo parlamentario había acordado, que era esperar a ver en el presupuesto que envía Libia si beneficia a los municipios que gobierna Morena, a los 13. Eso no ha ocurrido todavía, lo que ocurrió es que golpeó a los municipios de Morena”. Nueve, para ser exactos, según lo había difundido la propia fracción. Así que los cuatro fueron a negociar con el PAN sus peticiones particulares.
La postura pública de David refleja que la apertura de Libia provocó una grieta en el grupo de diputados de Morena.
Y por si fuera poco, está el antecedente de que Edith Moreno y Ernesto Millán “jugaron” del lado de Ricardo Sheffield en la campaña reciente. Ahora Sheffield es el rechazado de los demás grupos internos de Morena en Guanajuato, que se han unido contra él. Así que Moreno y Millán andan buscando cobijo político en la nueva circunstancia de su partido.
Por lo que respecta a las formas de hacer política de Libia, así lo expresó ella en la comida de fin de año que tuvo el viernes con los reporteros de la fuente: “Yo los leo (a los medios de comunicación) y sé que a algunos les extraña que están sucediendo cosas por un estilo diferente de gobernar”.
Hospital del IMSS, el eterno sueño
Como a paciente del Seguro Social, a Celaya solo lo traen dándole largas para aprobar el proyecto de la construcción de un nuevo hospital del IMSS mientras los servicios se encuentran totalmente saturados.
Por enésima ocasión, esta semana el gobierno local encabezado por el alcalde, Juan Miguel Ramírez entregó al delegado estatal, Marco Antonio Hernández Carrillo el expediente del terreno propuesto para que el consejo técnico del instituto lo apruebe y siga la esperanza de tener una nueva clínica de segundo nivel.
La nueva justificación es que la administración de Javier Mendoza Márquez no concluyó el proceso de escrituración de los dos terrenos propuestos ubicados en el Camino a San José de Guanajuato y tuvieron que actualizar todo el expediente para corroborar que juntaron los dos predios para donarlos al IMSS.
Las interminables gestiones para que Celaya tenga un nuevo hospital se han prolongado durante más de 15 años ya que el sector empresarial y las diferentes administraciones municipales han luchado por convencer al instituto.
El actual hospital se encuentra totalmente rebasado. En 1969, el entonces Presidente de la República, Gustavo Diaz Ordaz inauguró el Hospital General de Zona de Celaya para 50 mil derechohabientes y actualmente atiende a más de 600 mil personas de Celaya y toda la región Laja-Bajío.
Han pasado nueve administraciones federales y 22 presidentes municipales de Celaya que no han podido gestionar no solo una ampliación de la clínica, sino la construcción de un nuevo hospital para cubrir la amplia demanda que se tiene.
Una de las esperanzas recae en que el gobierno morenista de Juan Michel Ramírez pueda tener mayor facilidad de gestionar la construcción con el Gobierno federal de Claudia Sheinbaum, sin embargo para ello se requieren más de 4 mil millones de pesos, algo que luce muy complicado durante el actual sexenio.
Como pasa siempre en estos casos los más afectados son los derechohabientes y que tienes que esperar varias horas para conseguir citas con especialistas que se prolongan durante meses.
LALC