Un géiser que arroja aguas tóxicas surgió en una comunidad ubicada entre Celaya y Apaseo el Grande.
“¡Peligro!”, alerta un letrero que colocaron las autoridades de Protección Civil a unos metros del géiser.
El dibujo de una calavera advierte a la población del peligro que representa el manantial.
“Pruebas preliminares muestran que el agua está contaminada con arsénico, acido clorhídrico y azufre”, aseguró Ángel Ramírez Arellano, director de Protección Civil en Apaseo.
“Dichas sustancias pueden causar daños a la salud e incluso la muerte de quien se exponga a ellos”.
advirtió que el arsénico puede absorberse a través de la piel de la gente que se mete a bañar en las aguas termales, causándoles daños mortales.
El agua brota a una temperatura cercana a los 90 grados centígrados, lo cual representa otro riesgo para la gente que acude a bañarse, pues podría sufrir quemaduras graves de tercer grado que le ocasionarían la muerte.
“Evita tocar, beber o utilizar esta agua, contiene arsénico, su temperatura es de 90 grados, ¡Cuidado!”, se lee en el anuncio colocado a 60 metros del géiser.
El sitio ha sido delimitado con cintas de precaución en color rojo, pero algunas ya fueron retiradas por los mismos habitantes de Rancho Nuevo.
Desde el kilómetro 2 del libramiento de Celaya hacía San Miguel de Allende, se pueden observar los vapores que desprende el géiser oculto entre los mezquites de la zona.

El agua hirviendo brota por momentos con mucha fuerza, y luego baja su intensidad.
El titular de Protección Civil mencionó que han llegado visitantes de municipios vecinos, por rumores de que el agua termal que brotó es curativa, pero al contrario, puede dañar la salud de quienes se bañan en ella o de quienes la ingieren.
Informó que la Comisión Nacional del Agua fue la encargada de realizar un estudio preliminar del manantial, mediante el cual determinó la presencia de arsénico.
Estudios más profundos ya están en marcha, para determinar los niveles de concentración del tóxico.
Sin embargo, los resultados de esa investigación se tendrán hasta dentro de tres semanas.
Desoyen alerta

Los habitantes de la comunidad donde surgió el manantial no han atendido las recomendaciones de Protección Civil.
“Hemos ido para recomendarles que no se acerquen, que no utilicen el agua y no se metan a bañar, pero la gente ha quitado las cintas de precaución; nosotros las volvemos a colocar y nos apoyamos con Seguridad Pública permanentemente”, mencionó el titular de Protección Civil.
Los habitantes de Rancho Nuevo construyeron un pequeño estanque a unos 30 metros de donde nace el agua, donde los niños de la localidad se bañan muy contentos a pesar de las advertencias de no tocar el agua.
“Viene mucha gente a ver el manantial desde que nació, se sientan alrededor de él porque dicen que son aguas medicinales. No nos da miedo, más bien estamos contentos porque Dios nos regaló esto”, comentó Jorge García, vecino de la localidad.
Sobre uno de los troncos de un mezquite, un hombre se sentó y extendió sus pies sobre el manantial que brotaba a una temperatura de 90 grados.
“Le dijeron que era bueno para su enfermedad y por eso vino para ponerse cerca de los vapores, pero sabemos que es muy peligroso, por eso vamos estar unos minutos solamente”, mencionó una persona que lo acompañaba.
Los comerciantes también se niegan a desalojar la zona.
“Hace como tres días vinieron y nos quitaron, creo que eran los de Protección Civil. Dijeron que no podíamos estar aquí, pero el comisariado ejidal no lo permitió y nos dio el permiso de volvernos a poner, no creo que les hagamos mal a nadie”, dijo un comerciante.
Por lo menos cuatro mezquites cercanos al punto donde brota el agua ya comenzaron a secarse y algunos más se observan con el follaje marchito.
El géiser tiene un diámetro de cuatro metros aproximadamente; el agua que arroja a la superficie corre por un canal y luego se riega entre las parcelas.
Inundan zona de peligro

La zona donde apareció el manantial tiene una superficie de 2 hectáreas aproximadamente, las cuales se pretenden inundar con el agua que brota para evitar que sea utilizada en actividades agrícolas o que corra hasta el río.
“Parte de la estrategia que se tiene es inundar toda esa zona, una para que no se acerquen a lo que es el ojo de agua y otra porque la indicación de la Conagua es contener toda esa agua, no verterla a los cuerpos naturales como el río que pasa por ahí, hasta que sepamos los resultados finales”, explicó Ramírez.
El funcionario informó que la Presidencia de Apaseo el Grande ordenó un estudio del agua del manantial, para en base a los resultados determinar las acciones a tomar.
“Ojalá y saliera que no es tanto el contenido de las sustancias que nos manejan ahorita”, expresó el funcionario.
Mientras se tienen los resultados, reforzarán las actividades de prevención, a través de perifoneo y de cercar la zona de peligro.

Detecta UNAMmanantiales tóxicos

Un estudio realizado por investigadores de la UNAM detectó la presencia de arsénico en niveles peligrosos en otros manantiales del bajío.
La investigación realizada en conjunto por académicos del Instituto de Geofísica y del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares de la UNAM, advirtió que los manantiales termales y pozos en la cuenca de Michoacán, que incluye poblados de Michoacán y de Guanajuato, tienen altos niveles de arsénico que pueden dañar la salud.
Los investigadores hicieron un muestreo en cinco poblaciones y en tres manantiales, y en la mayoría de ellos el nivel de arsénico superaba el límite máximo permisible para la salud.
“Esto implica un gran riesgo para la salud, ya que estas aguas son usadas con fines recreativos en varios balnearios de la zona, además de extraer sal de las mismas”, advirtió el estudio.
Los resultados del trabajo sugieren que el agua de tres sitios monitoreados no es apta para consumo, porque es potencialmente cancerígena (capaz de producir cáncer).
En la síntesis del trabajo se menciona que el agua subterránea de estos manantiales es utilizada como agua potable en la mayoría de las comunidades.

Un pastor lo descubrió

José Palacios cuidaba su ganado en un predio baldío cercano a la comunidad de Rancho Nuevo, en Apaseo El Grande, cuando a lo lejos observó que comenzaba a salir humo entre una mezquitera.
Pensó que se trataba de un incendio y caminó hacia el lugar para tratar de apagarlo.
El pastor se acercó y se llevó una gran sorpresa: entre los mezquites brotaba agua hirviendo de la tierra, la cual comenzaba a regarse en una amplia superficie.
“Llegó muy impresionado a la casa y nos platicó que estaba saliendo agua muy caliente de la tierra, nos dijo que estaba cerca de los mezquites que están a la salida del rancho”, platicó Olga Ruiz, esposa de José Palacios.
En unas cuantas horas el pequeño hervor de agua fue creciendo y comenzó a salir en mayor cantidad.
Cuando regresó José con su familia ya empezaba a inundar los campos de cultivo.
El hallazgo ocurrió a finales de marzo del presente año.
Muy pronto, la noticia corrió de boca en boca entre los habitantes de los ranchos y poblaciones cercanas. El manantial se convirtió en un atractivo.
Todos los días acuden decenas de personas a atestiguar cómo brota el agua a una temperatura de 90 grados centígrados.
“Nunca se nos va a olvidar ese día que apareció porque esto es como un regalo para el pueblo, ojala que siga dándonos agua siempre”, dijo Alicia López, habitante del lugar.
Olga Ruiz está muy contenta porque su esposo tuvo la dicha de ser el primero que vio el nacimiento de agua, aunque le preocupa que las autoridades quieran apoderarse del lugar y no les permitan volver a entrar.
“Ojalá que no nos quiten este lugar tan bonito”, expresó Claudia Gómez, vecina de la localidad.
El camino que conecta el pequeño géiser con Rancho Nuevo está entre las parcelas de cultivo. Personas a pie, en bicicleta o automóvil las atraviesan durante todo el día para llegar al lugar.
“Es algo que jamás habíamos visto, es una bendición porque no en todos lados pasa esto, supuestamente estamos en una zona donde el agua es muy escasa y esto demuestra que la naturaleza nos puede sorprenden a cada momento”, comentó Benjamin Salas, visitante de Celaya.
“Vinieron gente con máquinas, creo que eran de la presidencia, hicieron el canal para que se fuera el agua para el otro lado de las parcelas, pero se desbordó y se comenzó a regar, nos preocupa que vaya a quemar todos los mezquites porque está muy caliente”, dijo uno de los hombres que apoyaba con una pala para crear un bordo de tierra.
Alrededor del “géiser” se han instalado comerciantes de Rancho Nuevo.
“Tenemos mucha alegría porque apareció el manantial, es algo que nunca habíamos visto, viene mucha gente a conocerlo desde hace como tres semanas y nos pusimos a vender aquí para ofrecerles bebidas, dulces y botanas principalmente, ojala que el Gobierno nos apoye para hacer el lugar más bonito”, dijo Josefina Palacios, comerciante del lugar.

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