Laura Godínez de Padilla
“Muchas maravillas hay en el universo; pero la obra maestra de la creación es el corazón materno” (Ernest Bersot, filósofo francés)
Bien dicen que no existe en el mundo amor más grande que aquel de una madre por su hijo.
Ese sentimiento se comprueba a la perfección a través de una mujer transparente que con sólo verla a los ojos transmite una inmensa paz; su nombre Laura Godínez de Padilla.
A la vida de Laura han llegado grandes satisfacciones, y muchas bendiciones, pero la mayor de ellas se resumen en una sola palabra; ser madre.
En 1997 del amor que surgió entre Daniel Padilla Peralta y ella, nació su primer hijo, Daniel, la noticia invadió su vida de alegría y gratitud, “No hay palabras que describan la emoción de ser madre, pero también te llenas de miedo a no poder dar todo lo que merecen, pues no nos enseñan a ser padres…” compartió Laura.
Años más tarde, llegaron sus hijas Laís, Daniel, Ana Sofía y Laura Daniela, así con tantas bendiciones, Laura asegura que tiene una familia formidable, un marido que la impulsa a salir adelante, a seguir sus sueños, esos sueños que siempre están a lado del amor de su vida.
Dice una frase “Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer, pero en este ocasión no aplica, en este matrimonio la frase queda así “A un lado de un gran hombre esta una extraordinaria mujer”.
Cada madre en el mundo es única y ella es cómplice de sus hijos “Una forma de irme a su mundo es invitándolos a tomar un café y platicar, así me siento como su amiga, no como mamá, pero siempre cuidando esa línea de no faltarnos al respeto”.
Cuidar las alas de sus hijos y enseñarlos a volar lo más alto posible, esa es una de las más grandes misiones en la vida de la familia Padilla Godínez, quienes a diario educan con el ejemplo.
Entre los más grandes retos de ser madre, Laura compartió que actualmente es el de enseñarle a su hijo que las mujeres no son objetos, que tienen sentimientos y que debe tratarlas con respeto y a sus hijas las enseña a valorarse a sentirse seguras de ellas mismas.
Al hablar de logros, Laura comparte que todo en su familia han sido logros, ya que como todo matrimonio comenzaron desde abajo, trazándose meta a corto, mediano y largo plazo y lo han ido logrado juntos.
Laura no es sólo mamá, también es profesionista, maestra de la materia de Valores y además una gran altruista, integrante del Club Rotario Irapuato A.C.
En el año 1993 Laura y Daniel encontraron una familia dentro del Club Rotario, asociación que los ha llenado de inmensas satisfacciones y grandes aprendizajes de vida, entre ellas les han enseñado a valorar lo que tienen.
Cuando se tiene el don de servir todo se da por añadidura y la familia de Laura rigue su vida bajo un gran lema “Vivir para servir, servir para vivir”.
Maru Gómez
Compaginar dos facetas en la vida al mismo tiempo, no es nada fácil, pero es de grande orgullo, nos plático María Eugenia Gómez Prado, Directora de INMIRA, quien forma su hogar al lado de su esposo y sus cuatro hijos.
“Toda la vida he trabajado, les tocó una mamá que no esta al 100% para ellos, pero lo que si he aprendido es que cuando estoy con ellos soy una mamá de calidad, que creo que eso es lo que todas las mamás debemos de hacer”, dijo la señora Gómez.
Al paso de los años, he encontrado ese sentimiento de culpa, por no estar el cien por ciento que se requiere con los hijos, por el trabajo etc.
Como mamá siempre he sido muy trabajadora, estoy muy orgullosa de mis hijos: Fernando, Alejandra, Karla y Lilí.
El orgullo de ser mamá es tener unos hijos responsables, educados, respetuosos que terminan su carrera y se desenvuelven profesionalmente
Estar al frente de este cargo en INMIRA es un rato muy grande, me mueve mucho poder ayudar a la mujer y lo agradezco que me hayan tomado en cuenta y antes si antes cuando estaba en AMMJE lo hacia y ahora lo realizó triple y me entrego en cuerpo y alma.
El mejor momento que disfrutó con mis hijos son las vacaciones porque son maravillosas y lo hacemos en un lugar libre de estrés en un espacio adecuado, pero es de esos cuando más disfrutó a mi familia, y me doy cuenta que cada día estamos unidos, somos una familia serena y siempre con una sonrisa.
Como mujer me defino muy
exigente y con un punto de equilibrio, aunque de repente mi carácter es débil, pero cuando tengo que tomar mi papel de mamá lo hago, pero tambien me considero una mamá protectora, consentidora de mis hijos.
Soy la mamá más afortunada porque tengo la bendición de tener unos hijos respetuosos y llenos de esos valores que caracteriza a todo ser humano.
Martha Herrejón Arredondo
Reconocer la labor de una madre es algo que se debe hacer cada día, pero nunca esta demás hacer una breve pausa para resaltar las virtudes de todas esas mujeres que además de ser madres, son profesionistas altruistas y con un gran corazón dispuesto a dar sin esperar nada a cambio.
Este es el caso de Martha Herrejón Arredondo, una mujer que como dice la canción de Denise de Kalafe, es valiente en su casa y en cualquier lugar, guerrera invencible y luchadora incansable.
Responsable, trabajadora, emprendedora, alegre, feliz y optimista que enfrenta retos y metas, pero ante todo que sabe compartir con los más vulnerables, así es Martha Herrejón, fundadora del desfile del Día del Niño.
En 1989 llegó a la vida de Martha su primer hijo, Eduardo, tenerlo por primera vez entre sus brazos fue una sensación indescriptible, un momento único “Verlo tan pequeño e indefenso te hace que olvides todo y agradeces a Dios por enviarte esa gran bendición”
Tres años más tarde llegó Alejandra, el tener a sus dos grandes tesoros en su vida le dio fuerzas para salir adelante después de su divorcio “No es fácil dividirse en mil pedazos, y realizar varias funciones a la vez, el trabajar medio tiempo, organizar el hogar, dedicarme a mis hijos y no descuidarlos, ha sido uno de los mayores retos de mi vida.
Judith Espitia Sánchez
Una mujer emprendedora, luchona y con unas ganas de seguir viviendo, ella es Judtih Espitia Sánchez su familia la integra al lado de sus tres hijos: Ninde, Joel y Óscar Córdoba Espitía, ella es la Directora de la Academia Musical Córdoba en Irapuato.
Actualmente cuenta con 37 años al frente de esta academia, misma que le ha dejado gratas satisfacciones como mujer y como mamá, sus hijos también son grandes conocedores de la música.
Su mayor pasión es ser mamá y poder enseñarles a tocar cada uno de los instrumentos musicales, lo que ahora también realiza con sus nietos.
“Ser mamá es un compromiso y una responsabilidad enorme, porque las mujeres somos las que educamos y protegemos, la mujer cuando es sola se divide en muchas partes y se divide para realizas muchas cosas a la vez, pero eso sí nunca nos olvidamos de lo principal que son nuestros hijos y junto a ellos aprendemos a sufrir con los hijos a ir de la mano, también se aprende a realizar cosas maravillosas y ahora ver a mis hijos realizados es un gran orgullo” refirió la señora Judith.
Me siento muy contenta de poder formar grandes seres humanos, porque ahora ya son todos unos profesionistas. “Vale la pena ser mamá”.
Creo que todas las mamás del mundo vamos dejando esa huella en el corazón de los hijos y mejor regalo como mamá son ellos: mis hijos.