Desde hace tres años los fieles católicos del fraccionamiento Observatorio I, en la zona de Las Joyas, acuden a misa en un terreno que antes era una área verde que pertenece al Municipio.
El templo está construido con láminas y estructuras metálicas.En ese sitio se venera al mártir y Beato Leonardo Pérez Larios, originario de Lagos de Moreno y fusilado durante la Guerra Cristera, junto a los sacerdotes Andrés Solá y Trinidad Rangel.
Los feligreses y el padre Francisco Ponce han comenzado a recaudar ladrillo y cemento para edificar el templo.
Más de 70 pupitres usados fueron donados de escuelas para que se sienten los fieles en misa.
“Antes habíamos comenzado a construir el templo en el terreno donde está ahorita el Jardín de Niños, luego nos lo quitaron y nos cambiaron a este otro que es del Municipio, llevamos muchos años tratando de construirlo, pero la gente no apoya”, dijo Sanjuana Moctezuma.
“Las misas se dan el domingo a las 10 de la mañana y hay veces que se llena. El padre Francisco Ponce tiene mucho interés en que se construya y él consiguió las bancas”, dijo otro vecino.
Una mesa de metal, tres sillas, tres cortinas, dos botes con flores, un Cristo y una Virgen de Guadalupe, es todo lo que adorna el altar.
El espacio donde se sientan los feligreses para escuchar la misa es tierra, aunque ya han comprado algunos bultos de cemento para comenzar a colocar el piso.
Hacen rifas y tómbolas en Delta 2000
Tras 12 años de organizar rifas, tómbolas y de realizar colectas, los vecinos de la colonia Delta 2000 han logrado construir su templo en un área de donación.
Rosario Gallegos, en compañía de otras vecinas, platicó que iniciaron con una mesa donada por una señora que ya murió.
Cada semana, los feligreses donan al templo zapatos, ropa, artículos para el hogar y despensas para hacer rifas o tómbolas.
Con los primeros ingresos se colocaron lonas; después se levantó una estructura de herrería y techo de láminas.
Luego de 12 años, el templo ya cuenta con 45 bancas y 29 sillas adquiridas con donativos.
Además, con los donativos de los fieles se edificaron dos cuartos, los cuales son utilizados para guardar los ornamentos y el equipo de sonido, ya que los ladrones no respetan ni a la Iglesia.
En Las Trojes, cumple templo 20 años inconcluso
Desde hace más de 20 años está sin concluir el templo del Buen Pastor, en la colonia Las Trojes, a un costado de la secundaria federal 8.
El terreno está bardeado con malla y el único espacio con piso de cemento es donde se instaló el altar, el cual está cubierto con un tejabán de lámina.
El templo carece de bancas, sólo hay pocas sillas para los feligreses que acuden a misa.
Vecinos de la colonia coincidieron en que a pesar de que se realizan colectas y rifas, la obra del templo no avanza.
Luz Ma. Quijas Hernández, vecina de la colonia, dijo que el templo tiene más de 20 años en las mismas condiciones.
Mencionó que el único avance visible fue el tejabán de metal, el cual fue donado hace dos años por un vecino.
“Las cooperaciones económicas que se hacen para la construcción del templo no se ven reflejadas en mejoras, ya son muchos años y no se ve avance”.
José Tereso Ramírez Hernández es el sacerdote que oficia misa en este templo desde hace cinco años de manera permanente, todos los domingos a las ocho de la mañana.
El sacerdote, de 83 años de edad, comentó que no se ha establecido un programa concreto para la construcción del templo.
Lo más que se ha hecho -dijo- fue la colocación del techo de lámina, pero fuera de eso no se ha avanzado. El templo pertenece a la parroquia del Señor de los Milagros.
“Dependerá del párroco continuar la obra, una vez que salgan otros compromisos primero. Quiera Dios que se lleve a cabo”.
Bajo la sombra del mezquite en colonia El Paraíso Real
En la colonia El Paraíso Real, las misas se oficiaban bajo un árbol.
“La gente se llevaba su silla o se sentaban en piedras bajo los mezquites. Sólo acercaba una mesa y un mantel y colocaban la imagen de un Cristo en el árbol y el sacerdote se llevaba las copas para la consagración”, recordó Socorro Reyes, encargada del templo de la colonia.
Mencionó que hace apenas cuatro años se dejaron de oficiar las misas al aire libre, ya que se inició la construcción del templo.
“Lo más difícil fue adquirir el terreno, ya que una vez que fue donado por el fraccionador de la colonia se arrepintió y después apareció un supuesto dueño con escrituras falsas. Buscamos al fraccionador y le explicamos lo que pasaba, y con el plano original de la colonia y Desarrollo Urbano lo recuperamos”.
Confió que “con la ayuda de Dios, y al pasito, vamos a tener nuestro templo”.
Margarita Durán, una vecina, platicó que la estructura de herrería la consiguió y donó uno de los padres que celebraba misa; las láminas del techo las regaló un colono de San Felipe de Jesús.
Algunas de las 44 sillas que hay en el templo fueron donadas por una vecina que ya falleció, y la campana la obsequió el herrero de la colonia.
Con el dinero obtenido en rifas y tómbolas se compraron los libros utilizados en misa, el equipo de sonido, el atril y los vasos sagrados para consagrar.
Las misas se ofician todos los sábados a las 6 de la tarde en el pequeño templo.
Dan misas en la calle y en una bodega en colonia Cristo Rey
Durante dos años, los vecinos de la colonia Cristo Rey escucharon misa en la calle.
“La mesa y el mantel no faltaba quién lo prestara, el padre se traía los libros de las lecturas y las copas para consagrar, y pues cada vecino cargaba su banquito o silla”, recordó Felipe Laguna, quien en marzo de 2005 auxilió en la celebración de la primera misa en su colonia.
“La misa se realizaba bajo un mezquite. Me acuerdo que en la época de calor la gente cargaba sombrilla”, evocó el diácono Pedro Cornejo, quien cada 15 días apoya con la celebración de la misa.
Fue hasta el año 2007 cuando se donó un terreno para la construcción del templo.
Sin embargo, la falta de dinero y los excesivos trámites han impedido que se concrete el templo en el terreno donado.
A pesar de no tener un templo, con la ayuda de los vecinos se logró que las misas ya no se oficien en la calle.
Isabel Parra García ofreció su casa para realizar las ceremonias religiosas.
Lo mismo hicieron otros vecinos, como Catalina Romo, quien prestó un espacio tipo bodega en su casa para realizar las misas dominicales.
Los feligreses llevan su propia silla o banco para escuchar misa todos los sábados, a las cinco de la tarde.
Luz María García, junto con otras vecinas, realizan colectas y kermeses para reunir más fondos y poder concretar el sueño de tener su templo.
En Valle San José, van 25 años y no acaban
El templo de la colonia Valle de San José tiene más de 25 años inconcluso.
Bajo un techo de láminas sólo hay 25 bancas de madera y al fondo una mesa con un mantel y una imagen de un Cristo.
“Eso no es templo, parece un corral. Han estado mucho padres, pero no le hacen nada. Siempre está cerrado”, dijo Fidel Reveles, quien llegó a vivir a la colonia hace 22 años.
Jaime Amézquita, quien tiene una tienda frente al templo, dijo que sólo ocasionalmente hacen rifas para reunir fondos.
“El templo ya tiene muchos años así, pero es que hay poquita gente que coopera y a veces los sacerdotes no le echan ganas”, confesó José Negrete, quien colabora en el templo.
Dijo que se tiene que llevar los ornamentos a su casa para evitar que los roben.
Ofician misa al aire libre
El templo de la Virgen de Guadalupe tiene más de 13 años en obra negra. No tiene techo, piso ni altar, pero cada domingo reúne a cientos de fieles.
Ubicado en Lomas de Guadalupe, este templo pertenece a la Parroquia de Ibarrilla.
Los muros de los costados, de 4 metros de alto son lo único que se ha construido. Al frente, donde quedaría el altar, sólo existe la cimentación de piedras en medio círculo y en la parte del acceso un aljibe. Varios castillos oxidados son la evidencia de que la obra está frenada desde hace mucho.
Un cuadro de la Virgen clavado en una viga, una mesita con un ramo de flores artificiales y una cruz de madera sostenida con alambres, es todo lo que hay en el altar.
El espacio central del templo es utilizado como cancha. “No respetan a la Virgen, se meten a jugar futbol y las paredes están grafiteadas”, dijo Graciela Munguía, habitante de la zona.
“Sólo sacan unas cuantas bancas para la misa porque se las roban”, añadió Rosario Camacho, vecina del templo.
Cada domingo la gente carga sus bancas para escuchar misa.
El diácono Claudio Ramírez, quien acude cada domingo a oficiar misa, dijo que un estudio arrojó que las bardas no son apropiadas para sostener el techo del futuro templo, por lo que tendrían que iniciar de nuevo la obra.
Aportan para capilla en Lomas del Mirador
En Lomas del Mirador se edifica la capilla en honor a Santo Toribio de Romo.
Fue hace 10 años cuando el Gobierno Municipal donó el terreno para edificar el templo.
Al principio se oficiaba misa en un pequeño cuartito de aproximadamente 7 por 15 metros. Ahora el templo ya tiene una barda perimetral y tres portones de acceso.
En el interior hay más de 50 bancas que fueron donadas por escuelas cercanas al templo.
La misa está a cargo del párroco de Las Joyas, quien acude cada sábado a las 7 de la tarde y los domingos al mediodía.
Aunque se tiene el terreno desde hace 10 años, fue apenas hace tres que se inició con los trabajos de edificación.
El financiamiento ha corrido por parte de los vecinos desde el comienzo de la construcción, a través de kermeses y colectas.
“Antes nada más ponían unas cortinitas, y ahí se daba la misa”, recordó la señora Raquel Alonso, vecina de la colonia.
José Pedro Valadez, quien vive a menos de una cuadra del templo, dijo que se sigue juntando dinero para continuar la obra.
“En junio se hará una fiesta, y se le dará una parte (de las ganancias) al templo”, dijo.
“Apenas tenemos 3 años que inició toda la estructura, quisiéramos terminar lo más pronto posible, pero los vecinos son los que aportan. Juntamos sábado a sábado lo que la gente quiera cooperar”, dijo Pilar López, otra de las promotoras del templo.
“Si todos apoyáramos al 100%, si todas las familias dieran una aportación, esto ya lo hubiéramos terminado”.
Tardan 14 años en obra en colonia San Pedro del Valle
Los habitantes de la colonia San Pedro del Valle estrenaron templo.
Luego de 14 años de realizar diversas actividades para reunir fondos, lograron concluir el templo con paredes y techos de lámina.
El próximo 28 de julio celebrarán la terminación de la obra con una fiesta en honor a San José.
También se adquirió mobiliario nuevo, se colocaron 130 sillas y se realizaron adecuaciones en el altar.
Frente a la entrada principal se colocó una estructura metálica que funciona como campanario para llamar a la misa de los domingos a las 8 de la mañana.
“Ese templo tiene como unos 14 años que no se le hacía nada, hace apenas un mes que lo dejaron así. Yo llegué a vivir hace 10 años a la colonia y estaba en peores condiciones, pero no avanzaba mucho porque la gente no apoya”, dijo Jesús Aranda, vecino de Valle de San Pedro.
Una imagen en bulto del patrón San Pedro y un Cristo colgado en el altar, son todas las figuras religiosas que adornan el templo.
El espacio religioso mide aproximadamente unos 200 metros cuadrados y se ubica entre las calles San Lucas y San Pedro, a un cuadra del bulevar Aristóteles que conduce a Las Joyas.
El templo es coordinado por sacerdotes de la Parroquia de Las Joyas.
En Piletas inician con misas callejeras
En la colonia Piletas, los vecinos se organizaron durante seis años para realizar misas en las calles.
En las misas callejeras tenían como altar un mural de la virgen de Guadalupe, hecho por jóvenes de la colonia en la pared de una fábrica.
Fue apenas hace 4 años que con la colaboración de vecinos, colectas, y limosnas de las misas de calle pudieron comprar un terreno en la calle Pochutla.
“Se hacía misa en las cuadras cercanas, pero no teníamos un lugar fijo, hasta que con cooperación, se pudo comprar este terreno”, dijo Esthela Saavedra, vecina del lugar.
La capilla que lograron construir lleva por nombre “Luis Versiglia y Calixto Caravario”.
“Todos cooperamos, empezamos desde abajo”, añadió Elva Vázquez.
Relató que al principio sólo tenían el terreno, luego juntaron dinero para poner el techo y colocar piedra en el piso.
Más adelante compraron pequeñas bancas de metal.
El padre José Luis Escobar, vicario de la parroquia de San Juan Bosco, dijo estar orgulloso de la participación de los vecinos para la edificación de la capilla. “Todo es por ellos”, dijo.
El objetivo no es sólo oficiar misas.
“Se tiene un proyecto, que sea un centro comunitario donde se realicen actividades a nivel social, religioso, educativo. Miércoles y viernes se realizan trabajos de educación para adultos, los jóvenes tienen aquí sus juntas, queremos combatir la problemática de la colonia, de la rivalidad de bandas”.
Habilitan una iglesia bajo carpa en Santa Cecilia
Todos los días, a las siete de la mañana, los fieles católicos de la colonia Santa Cecilia se reúnen bajo una carpa para escuchar misa.
Una lona, unas cuantas bancas y un pequeño altar es todo lo que hay en la Cuasi parroquia de la Virgen de Santa Cecilia, ubicada en la calle Patrona de la Música.
El templo se está construyendo desde hace 15 años en la colonia Santa Cecilia, ubicada cerca de la Presa El Palote.
Sin embargo, los vecinos aseguran que no hay avances en la construcción del templo desde hace por lo menos 7 años.
El altar es la única parte del templo que está techada con laminas metálicas sobre una estructura en forma de cono y en la punta se colocó una cruz metálica de un metro de altura aproximadamente.
Una lona blanca con rayas verdes, sostenida en medio con cuatro tubos metálicos, sirve para cubrir del sol o la lluvia a los feligreses que acuden a misa.
La carpa es parecida a las que colocan para los circos.
“Yo estuve de catequista hace algunos años y me di cuenta que la gente no quiere apoyar, por eso no avanza rápido la construcción”, aseguró Erica Cruz, vecina de la colonia.
Sin puerta y con goteras
Con techos y paredes de lámina, los vecinos de la colonia Misión de San José ayudaron a construir una capilla en la que se oficia misa cada sábado.
La construcción de la pequeña capilla inició hace diez años y ya luce deteriorada por el uso.
Las bancas de madera con las que iniciaron, elaboradas de manera rústica por el carpintero de la colonia, fueron remplazadas por sillas verdes de metal, como las de escuelas primarias.
La capilla carece de puerta y cuando llueve el agua se filtra por los agujeros del techo.
“Son pésimas condiciones para el tiempo que tenemos. Es una comunidad muy pobre porque no aporta”, dijo Elizabeth Rivero, vecina de la colonia.
Originalmente el terreno de donación iba a ser utilizado para una clínica de pacientes infectados con VIH.
Sin embargo, al no ponerse de acuerdo la comunidad, se acordó construir una escuela junto con la capilla.
Con una fiesta realizada el pasado 19 de marzo se reunieron fondos para iniciar la construcción de unos muros de ladrillo.
Sobre la calle Rafael Corrales Ayala se colocó una cruz de metal y un campanario para llamar a misa.
La capilla es también el hogar de Felipe, un anciano que construyó una pequeña choza en el terreno.
Una década sin avanzar en Jardines de Echeveste
Desde hace más de 10 años está inconclusa la obra del templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Jardines de Echeveste.
“No ha habido avances en la obra, desde hace 6 años no se ha hecho nada, posiblemente porque nuestro señor cura atiende a otras cuatro comunidades, y es muchísimo trabajo para él sólo”, mencionó Rosaura Echeverría vecina de la colonia.
A la misa que se oficia todos los domingos a las de 10 de la mañana acuden más de 500 personas. Como el tejaban sólo cubre una parte del altar, se colocan lonas para los fieles.
“Ya van como 12 años que el terreno está así como ahora. Nada más está en que se pongan de acuerdo el obispado con el señor cura para que se dé inicio con el proyecto (de edificar el templo)”, dijo José Luis Ramírez, coordinador de catequesis.