Casi dos años disfrutó de su libertad un presunto narcotraficante hasta que saldó su deuda por un asesinato.
El acusado es Heriberto Gaeta Flores, de 24 años, quien fue enviado a Puente Grande.
El 25 de julio de 2012, un cadáver fue abandonado en un tambo, al cual le prendieron fuego, en la colonia Benito Juárez, de Zapopan. Tras las indagatorias, el Ministerio Público estableció la participación del acusado por lo que se giró una orden de presentación en su contra.
El pasado 20 de junio, el inculpado fue localizado por agentes investigadores cerca de su casa en la colonia Atemajac del Valle.
Gaeta Flores declaró que pertenecía a un grupo delictivo y habían decidido privar de la vida a Gustavo Ríos Mora, de 46 años.
El finado supuestamente vendía droga para otro grupo delincuencial, por lo cual lo “levantaron” y mataron a golpes.
Luego metieron el cuerpo a un barril  barril y lo subieron a una camioneta, para abandonarlo en el lugar donde fue encontrado.
Con las pruebas en su contra, más su confesión, Gaeta Flores fue consignado ante el Juzgado Décimo Quinto de lo Penal para enfrentar cargos por homicidio.

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