“Hay que tener habilidad en las manos para hacer las gorditas de trigo y nata”, comentó Eligio Morales, quien cada sábado hace alrededor de 3 mil piezas, para la venta en el tianguis del Carmen y aún así no se da abasto; “pero no me duelen las manos”, señala.
Desde hace aproximadamente 17 años Eligio se inició en este oficio, que bien le ha funcionado gracias a la higiene que lo caracteriza y al sabor de las gorditas.
“Todo trabajo tiene su chiste, pero una vez que aprendes a amasar y a moldear rápidamente las gorditas, no es tan complicado”, refirió Eligio, quien aprendió esta labor al lado de su padre.
Pero no todos tienen esa habilidad en las manos, comentó Fernando, un joven de 17 años quien también colabora en el puesto, “para mí ha sido difícil hacerlas, por eso prefiero cocerlas”.
Eligio debe levantarse a las 4:00 de la mañana a preparar la masa para las gorditas; pero este no es el único tianguis donde es comerciante, también los jueves se traslada al municipio vecino de Pénjamo donde han sido muy bien aceptadas las gorditas de nata y de trigo, “es más, hasta hacen fila las personas”, señaló Fernando.
Qué mejor que en este clima lluvioso para deleitar unas gorditas, “aunque las de nata siguen siendo las preferidas aquí en La Piedad, hay personas que llevan más de un paquete a casa para después acompañarlas con un café, leche o chocolate”, según el gusto del cliente, finalizó.
Cada sábado hace más de 3 mil gorditas
Eligio Morales tiene una gran habilidad y aún así no se da abasto en el tianguis del Carmen.