Militares iraquíes encontraron este miércoles 50 cadáveres en una zona agrícola al sur de Bagdad, informaron las autoridades.
Muchos de los cuerpos se encontraban con los ojos vendados, las manos atadas y presentaban heridas de bala. Los cadáveres aparecieron al sur de la ciudad de Hilla, un núcleo predominantemente chií, a unos 95 kilómetros (60 millas) de Bagdad, explicó un portavoz militar, el general de brigada Saad Maan Ibrahim. Dijo que había una investigación en curso para determinar las identidades de los cadáveres, y las circunstancias de su muerte.
Aunque las causas no están claras, lo espeluznante de estos asesinatos recuerda a los peores días de violencia sectaria vividos en Irak entre 2006 y 2007, cuando, era frecuente que aparecieran cuerpos arrojados en las cunetas, en terrenos baldíos, en acequias y canales. A medida que los niveles de violencia disminuyeron, tales descubrimientos se convirtieron en un fenómeno poco habitual.
Sin embargo, desde que la ofensiva militante suní se extendió en gran parte del norte y el oeste de Irak durante el mes pasado, las autoridades han vuelto a encontrar cadáveres arrojados a las calles, haciendo temer la vuelta de una posible guerra sectaria.

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