La fundadora de una agencia de modelos Eileen Ford, quien moldeó los estándares de belleza de una generación y lanzó las carreras de Candice Bergen, Lauren Hutton, Jane Fonda y muchas otras, falleció. Tenía 92 años.
Ford murió el miércoles, según Arielle Baran, una vocera de Derris & Co., que maneja las relaciones públicas de Ford. En un comunicado, la agencia Ford la llamó “un ícono de la industria y una pionera … Estamos increíblemente orgullosos y agradecidos de su espíritu revolucionario y los valores que inculcó en Ford Models”.
Ford era conocida por su dureza y su gran ojo para el talento. Exigió el más elevado nivel de profesionalismo de sus modelos, a quienes puso a dieta estricta, y despidió a aquellas que salían de fiesta hasta altas horas de la noche. Su disciplina llevó a su agencia a la cima en su campo e hizo millonarios a Ford y su esposo Jerry, quien estaba a cargo de los negocios de la compañía.
“Creo que nuestro éxito se debió a la energía de Eileen y a su aspereza y, hasta cierto punto, a su comodidad con la confrontación”, dijo Jerry Ford a USA Today en 1997. “Una adivina le dijo una vez que si no era una agente debería serlo, porque todas las estrellas apuntaban en ese sentido. Siempre le gustó decirle a la gente qué hacer”.
La típica modelo de Ford era alta, flaca, a menudo rubia, con ojos bastante separados y el cuello largo. Eileen Ford era conocida por decirle a las aspirantes de menos de 1,70 metros (5 pies con 7 pulgadas) que renunciaran a su sueño.
El estilo de Ford cambió muy poco con los años, y estableció un estándar para la industria. La altura y delgadez siguen siendo primordiales, aunque Ford era desdeñosa del look de “chica esquelética”— tipificado por la modelo británica Kate Moss — popular a principios de los años 90.
Ford sostenía que el carisma de una modelo era tan importante como su físico, y se jactaba de ser capaz de detectar personalidades exitosas.
“Son algo engreídas… Van a ser buenas y una simplemente puede percibirlo”, le dijo a la revista Life en 1970. “Veo a chicas que sé con absoluta certeza que serán estrellas del modelaje en cuestión de semanas, y siempre lo son”.
Para la fotografía de moda de alta costura, decía, un busto amplio es descalificador porque la cámara agrega kilos y las curvas distraen. “El pecho es terriblemente perjudicial porque te rompe en pedazos”, dijo al New York Times en 1967.
Ford sentía una responsabilidad maternal hacia sus modelos, invitando a las más jóvenes a vivir en su apartamento en el Upper East Side de Nueva York. Le prohibió a una joven Kim Basinger salir antes de que terminara su tarea de francés. Y la eventual supermodelo Christy Turlington una vez recordó que hizo como si fuera a lavar ropa de noche para poder escabullirse y salir mientras las otras dormían.
“Las modelos son un negocio, y deben tratarse a sí mismas como un negocio”, le dijo Ford al Toronto Star en 1988. “Eso significa que deben cuidar de sí mismas y renunciar a todos los placeres de la juventud”.
La agencia Ford continuó creciendo en los años 70, cuando comenzó a representar a niños, incluida Brooke Shields, y hombres. Para entonces, Christie Brinkley, Jane Fonda, Ali MacGraw, Candice Bergen, Beverly Johnson y Suzy Parker habían pasado todas por ahí.
Eileen Ford, nacida Eileen Otte en la ciudad de Nueva York en 1922, creció en Great Neck, Nueva York, un suburbio de Long Island. Estudió psicología en Barnard College y ocasionalmente modeló. Tras graduarse, ayudó a varias amigas a conseguir empleo como modelos, y fundó su agencia con su esposo en 1946.
La Agencia de Modelos Ford llegó a registrar ganancias de 40 millones de dólares anuales en la década de 1990. La hija de Ford, Katie, la sucedió como directora ejecutiva en 1995 pero se retiró luego que la compañía fue adquirida por el banco de inversiones Stone Tower Equity Partners, en 2007. Jerry Ford murió en agosto de 2008.

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