Eran guanajuatenses músicos fallecidos

Seis de los 12 integrantes de la Banda “La Reyna de Monterrey” que sufrieron un accidente automovilístico en la carretera Monterrey-Laredo eran guanajuatenses.
Los cuerpos de Antonio de Jesús Torres Arellano de 22 años, su hermano Miguel Ángel de 19, Félix Ramos Zúñiga 28, José Guadalupe Flores Paredes 21, Luis Antonio Arellano Ortega 22 y Miguel Ángel Sánchez; llegaran hoy a la comunidad de San Pedro Tenango, Apaseo el Alto.
La comunidad se encuentra de luto desde el fin de semana cuando los familiares de los jóvenes se enteraron vía telefónica que habían fallecido en un accidente cuando regresaban de una presentación en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
“Una persona nos avisó por celular que habían tenido un accidente. En ese momento estaba en Carolina del Norte y no sabia que hacer porque tenía la esperanza de que mi hermano estuviera vivo. Hasta que mis hermanas me dieron la noticia que había muerto por eso me regrese a México” dijo Guillermo Ramos.
A decir de los habitantes en San Pedro desde niños se les enseña a tocar un instrumento ya que la mayoría de las familias a lo largo de los años adoptaron la música como una forma de ganarse la vida.
“Aquí desde pequeños aprendemos los dotes de la música. Seguimos los pasos de los hermanos o padres. Algunos nos tenemos que ir al norte y tocar en fiestas. Formamos una banda que se llama “Los guanajuatenses” donde participaron varios chavos que se murieron, entre ellos mi hermano” dijo Guillermo.
Antes de que estos jóvenes se unieran a “La Reyna de Monterrey” sus conocidos manifestaron que formaron una agrupación que se llamaba “La picosita” hasta que por medio de Internet subieron sus videos y una persona de Monterrey se interesó por su forma de tocar.
“Mi esposo me platicó que una persona les ofrecía mas dinero para tocar en Monterrey. La verdad aquí no ganaba mucho y por salir adelante decidió irse. Antes del accidente hable con el y me dijo que estaban bien que estaban esperando para regresarse, eso fue lo ultimo que supimos de el” dijo la viuda de Jesús Torres.
La vida no será fácil para los seres queridos de los músicos fallecidos quienes ya eran casados y tenían hijos que empiezan a crecer.
Ahora solo esperan los cuerpos de estos guanajuatenses para los actos religiosos y darles el último adiós con una misa que se llevara a cabo en la parroquia del pueblo que los vio crecer y donde aprendieron a cantar con el corazón o a tocar la tuba, trompeta, acordeón, armonía, entre otros instrumentos.