El corazón de la capital oaxaqueña pulsa en su centro histórico, con su colorido folclor y sus tradiciones gastronómicas y musicales; pero visitar Oaxaca tiene un atractivo extra: pequeñas joyas cercanas. Todas a menos de media hora de la ciudad.
Mercado Municipal
Para el desayuno o la comida dominical: el chocolate, las tlayudas, el tejate o el marquesote. Para la casa: mandiles tejidos a mano, ollas de barro, frutas y verduras casi recién cosechadas. Para la tradición: los metates que acostumbran regalar los padrinos de la región a los recién casados o a las amas de casa. Para los antojadizos: nieves y quesadillas. Un mar de colores, olores y texturas que inunda los sentidos a 40 minutos de Oaxaca de Juárez.
Talleres de alebrijes
En Sueño Zapoteco, el taller de Jacobo y María Ángeles, aprendices y profesores muestran los cómos y por qués del elaboradísimo arte de crear alebrijes. El visitante atestigua el proceso de pintado a mano que incluye los esfuerzos para que se logren las tonalidades adecuadas. Una visita a este talles es obligada para tomar conciencia de la delicadeza de estos trabajos, realizados a mano, pieza por pieza, con una dedicación minuciosa y pasional. Y se encuentra a sólo un cuarto de hora de la ciudad.
Tlamanalli
Quien no visite este restaurante, ubicado a 25 minutos de la capital, se perderá de un gran festín. Apenas este verano, el prestigiado chef Anthony Bourdain lo colocó en su lista de mejores restaurantes mexicanos… y no es para menos. Hay que hacer reservación porque sirven de la una a las cinco, nada más. Las hermanas Mendoza, comandadas por Abigail, elaboran los platillos tradicionales de la comida zapoteca ¡al momento! Por eso la espera de 20 minutos sabe a gloria, con su mole, tortillas, sopa de nopal o ¡gelatina de maíz blanco!
Monte Albán
Hay que llegar hidratado y con un sombrero para el sol. Hay que ir con el alma dispuesta a llenarse de energía y a conectarse con lo que fue la brillante cultura zapoteca. Hay que apreciar los restos de las edificaciones precolombinas, que en su mayoría son plataformas piramidales que sostuvieron edificaciones dispuestas para el culto religioso, la administración pública o a la vivienda social de jerarquías dominantes. Subir y bajar escalones y caminar y caminar en la zona arqueológica ubicada a 15 minutos de la Ciudad.