Ocho habitantes de la comunidad Buenavista preparan una demanda contra Química Central de México por daños a la salud.
El 4 de junio la Profepa clausuró esta empresa ubicada en San Francisco del Rincón, debido a que almacenaba residuos peligrosos sin las condiciones de seguridad que establece la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos.
Según los vecinos esta industria les ha causado problemas renales y respiratorios, casos de anencefalia, asma y cáncer.
En la colonia Buenavista viven 180 familias y ayer se reunieron algunas para entregar documentos al presidente de la asociación Fuerte de Acción Ciudadana, Juan García Hurtado, que las entregará al abogado Maximiliano Segura Cantú.
“Desde 1995 pusimos una denuncia contra esta empresa por el caso de Las Huertas y Buenavista, hasta la fecha seguimos luchando y como resultado de esto fue clausurada por la Profepa, pero la Química está haciendo todo lo posible por reabrir.
“Nosotros como ambientalistas pedimos que no se vuelva a abrir sino al contrario, que se cubran las 400 mil toneladas de residuos porque está fuera de norma ambiental”, dijo Juan García Hurtado.
Con actas de defunción en mano y notas médicas, pidió a las autoridades que den seguimiento a los casos para que no aumenten y la empresa se clausure definitivamente.
“También le pedimos a la Universidad de Guanajuato que nos hagan pruebas gratuitas de sangre, pelo, orina, uñas, para saber los parámetros de cromo en la sangre y vean todos los daños que han hecho, son daños irreparables, invaluables, incalculables, porque son vidas las que se han perdido”, finalizó.

Pierde a esposa de cáncer

Juan Manuel Rosas Balderas perdió a su esposa María Guadalupe Valadez en 2002 por cáncer que él atribuye a los niveles de cromo de la Química Central.
Quedó a cargo de cuato hijos y exige que la planta no abra sus puertas jamás.
“Nosotros exigimos que nos hicieran estudios de sangre. En 1995 a mi esposa le detectaron el cáncer y en el 2002 fallece, para ese entonces denuncié contra la empresa y ahora lo volveré a hacer porque no es justo lo que está pasando”, dijo.
“Si han incrementado o han disminuido los casos de cromo en nosotros es muy importante saberlo, pero de la Universidad que es autónoma e independiente para que no se modifiquen los resultados y que además no se presten a favor del Gobierno o de la empresa”, consideró.
Aseguró que viven arriba de dos mil toneladas de cromo y que posiblemente lo han tomado o respirado.
“El problema es muy grave, la primera vez que demandamos nos habían dejado pasar a la Química y los residuos del cromo los tenían en una plataforma de concreto hidráulico, cubiertos de plásticos importados de Estados Unidos y tejidos con un alambre de bronce; en la colonia lo tenemos a flor de tierra, nos dimos cuenta cuando empezó a llover porque salía el agua amarillenta y eso nos obligó a investigar en dónde estábamos viviendo”, dijo Juan Manuel Rosas.

Culpa a empresade mala salud

María Isabel Cristina Villalpando perdió a su hijo de 7 años por un tumor cerebral.
“Comenzó con dolor de cabeza y vómito, lo llevamos al médico y nos dijeron que era epilepsia, a los pocos días seguía triste y su cabeza se le iba de lado por lo que solicitamos estudios en varias especialidades y hospitales, pero falleció el 12 de mayo del año pasado”, dijo.
Demandó a la Química Central pero ahora pide estudios para toda su familia ya que presenta alergia, ella misma es asmática y su esposo diabético.

Rechaza afectaciones

El encargado del Corporativo Jurídico de Química Central, Alfredo Cuevas, desconoció que existan denuncias de vecinos afectados por el cromo.
“De ese tipo de denuncias de las que según demandan los vecinos no nos han notificado nada, las desconocemos totalmente, nos hemos enterado por los medios pero nosotros lo desconocemos completamente”, dijo.
Aseguró que ninguno de sus trabajadores ha resultado afectado por el ambiente en la empresa.
“Tenemos una fuente de trabajo de 170 empleados y en 45 años trabajando ninguno de ellos presenta ningún síntoma de nada, ni cáncer ni nada, todos están saludables. Les hemos hecho pruebas cada año, en total llevamos como mil 500 estudios entre toda la plantilla”, aseguró.
Agregó que de los residuos industriales contenidos sólo el 1% es cromo y el 99% contiene minerales no peligrosos como calcio silicio y hierro.
“De las 200 mil toneladas de minerales sólo el 1% es cromo exavalente que está contenido, porque tiene una plataforma de doble compactación que estuvo presentado en su momento por la Semarnat y saben que no está depositado en el suelo, pero todo el mundo dice que está en el suelo y no es así, está contenido”, mencionó.
“Toda la vegetación que tenemos y los árboles es una clara muestra de que no se dispersa el residuo, cada año hacemos un estudio de dispersión de partículas y ese la autoridad la tiene, además de que no es volátil. Desde hace 20 años para acá estamos tratando el residuo”, añadió.
Mencionó que se dejó acumular porque en aquel entonces no existía la tecnología adecuada para tratarlo.

Exigen certeza laboral

Empleados de la Química Central de México el 23 de julio iniciaron una prehuelga para exigir que se les aclare su situación laboral y en caso de que sea necesario se les liquide.
Alrededor de 51 empleados trabajadores afiliados a la(CTM siguen en pláticas con los directivos de la empresa.
El encargado del Corporativo Jurídico de Química Central, Alfredo Cuevas, dijo que no se trata de una huelga contra la empresa sino a causa de la incertidumbre por las decisiones que ha tomado la Profepa.
“No faltaremos a las responsabilidades de los empleados, se les ha estado pagando. Se ha trabajado por parte del corporativo para intentar mantener todas las fuentes de trabajo pero es difícil mantener ese rango; ahorita la acción sindical se está haciendo, ya nos emplazaron, todavía no está la huelga y ya acreditamos ante la Junta de Conciliación y Arbitraje que no hemos incumplido ninguna parte, ninguna cláusula del contrato colectivo de trabajo”.

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