“Por favor, ¡tengan piedad de mí!”. La frase del cardenal Severino Poletto, de 79 años, dirigida a los periodistas que le abordaron en masa cuando abandonaba la reunión de las Congregaciones Generales, resume por sí sola la situación del Vaticano en vísperas de un Cónclave para el que aún no hay fecha. Nerviosismo extremo ante la incapacidad de controlar un interés masivo en un momento delicado, como es la etapa de sede vacante.

El Vaticano se enfrenta sin guía a una situación que parece salirse del control. 

No es sólo la presión de los medios de comunicación, visible en las antenas de transmisión, grupos electrógenos, platós de televisión instalados en las azoteas que rodean la plaza de San Pedro. Es la avalancha de críticas de sectores progresistas de la Iglesia que lanzan desafíos al nuevo Papa, antes de que sea elegido. Y son las inevitables, constantes filtraciones. 

El portavoz vaticano Federico Lombardi, tuvo que desmentir ayer una noticia que daba por segura la celebración de la misa Pro Eligendo Pontífice, que da comienzo al Cónclave para el lunes 11 de marzo.

El periodista llegó a esta conclusión al enterarse de que el encargado de las ceremonias pontificias había reservado para esa fecha la basílica de San Pedro. 

“He hablado personalmente con el maestro de ceremonias, Guido Marini, y no es cierto”, aseguró ayer jueves Lombardi. 

“Además, la reserva no es tarea del maestro de ceremonias, sino del Colegio Cardenalicio. Por lo tanto, la noticia es completamente falsa. Por otra parte, todos los sacerdotes pueden celebrar una misa Pro Eligendo Romano Pontifice estos días para pedir a Dios que ilumine al Colegio Cardenalicio. Una misa de este tipo no señala el inicio del Cónclave”. Un desmentido contradictorio, buena prueba de la tensión creciente en el cuartel general de la Iglesia, en un día en el que el fantasma del Vatileaks reapareció. El diario La Repubblica publicaba una larga entrevista -anónima, por supuesto- con uno de los supuestos cuervos (responsables de las filtraciones de cartas de Benedicto XVI). 

Según el entrevistado, no sería el ex mayordomo del Papa, Paolo Gabriele el único responsable de este delito.

“No quieren ruedas de prensa, pero no les importa que los cardenales italianos les cuenten lo que quieren a sus vaticanistas de confianza”, dijo un experto del Vaticano.

Reciben informe de finanzas

Los cardenales que acudieron a Roma para participar en el Cónclave del que saldrá elegido el nuevo Papa recibieron el jueves información sobre las finanzas de la Santa Sede entre interrogantes sobre la burocracia vaticana y las sospechas persistentes sobre su banco.

Los directores de las tres oficinas financieras principales del Vaticano informaron a los cardenales como marcan los cánones sobre la transición entre los papados, en los que los cardenales se reúnen a diario para analizar los problemas de la Iglesia y las cualidades necesaria que debería tener el nuevo Obispo de Roma.

Los cardenales no establecieron la fecha del comienzo del Cónclave, y el vocero vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo que no espera una decisión en la sesión de la tarde del jueves. El último de los 115 cardenales con derecho a voto, el purpurado vietnamita Jean-Baptiste Pham Minh Man, estaba previsto que llegara ayer por la noche y hasta entonces no se puede fijar la fecha. 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *