El Papa Francisco tomó varias medidas en una diócesis en Paraguay donde un sacerdote argentino, acusado por un antiguo superior de ser una “amenaza grave para los jóvenes”, fue retirado como el segundo religioso católico más importante en el país.
El prelado Carlos Urrutigoity, sin embargo, sigue siendo un sacerdote activo en la diócesis de Ciudad del Este, un indicio de que mantiene en una buena posición con el obispo.
El caso de Urrutigoity resurgió después que el Papa envió este mes un equipo de investigadores del Vaticano a la diócesis para revisar las críticas contra su obispo por parte de otros prelados paraguayos.
El obispo, monseñor Rogelio Livieres, permitió que Urrutigoity se uniera a su diócesis en 2005 después que el entonces superior de Urrutigoity en Scranton, Pennsylvania, advirtió a Livieres y al Vaticano que él era una amenaza y que no era apto para el sacerdocio.
Papa toma medidas contra prelado en diócesis de Paraguay
Carlos Urrutigoity fue acusado por un antiguo superior de ser una ‘amenaza grave para los jóvenes’.