Las estrellas que forman el sistema binario HK Tauri parecen vivir un caos donde no hay nada definido, revelaron imágenes captadas por el conjunto de antenas Atacama Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile.

Cada uno de los soles que forman este sistema posee un disco de gas con planetas en formación desalineados a su alrededor, reportan Eric Jensen y Rachel Akeson, astrofísicos del Swarthmore College, en la más reciente edición de la revista Nature.

Esta característica (la desalineación) podría explicar por qué varios exoplanetas poseen órbitas inclinadas, sugieren los especialistas en un comunicado del Observatorio Europeo Asutral.

A diferencia del solitario Sol, la mayoría de las estrellas nacen en pareja o sistemas binarios pero, aun cuando se espera que las órbitas de sus planetas se ubiquen alrededor de su ecuador, en varios casos se ha detectado que sus órbitas planetarias están inclinadas o demasiado excéntricas.

HK Tauri se ubica a 450 años luz de la Tierra en la constelación del Toro, tiene menos de 5 millones de años y las estrellas están separadas por unos 58 mil millones de kilómetros, es decir, 13 veces la distancia entre Neptuno y el Sol.

De ellas, la más débil es HK Tauri B, que posee un disco protoplanetario de canto y que bloquea la luz.

“Encontramos que los discos protoplanetarios en el sistema binario joven HKTauri están desalineados por 60 a 68 grados, de modo que uno o ambos de los discos están inclinados de manera significativa con respecto al plano orbital”, precisó Jensen.

Los resultados refuerzan la teoría de que los mecanismos de desalineación se dan por la interacción de las estrellas en los sistemas binarios y que estas condiciones están presentes en el momento de la formación del planeta.

“No podemos descartar otras teorías, pero ciertamente podemos afirmar que una segunda estrella hará el trabajo”, señaló Jensen.

El hallazgo fue realizado gracias a que ALMA tiene la capacidad de ver el polvo y el gas, de otro modo invisible, de discos protoplanetarios, lo cual permite a los astrónomos indagar las primeras etapas de formación de los objetos que aún poseen discos protoplanetarios y la forma en que éstos se orientan.

Luego de los resultados, los especialistas esperan determinar si este tipo de sistema es común o si se trata de un caso aislado, lo que sería importante para revisar otros objetos de la Vía Láctea.

“Este mecanismo no puede explicar lo que ocurre en todas las órbitas extrañas de los planetas extrasolares, simplemente, pues no conocemos suficientes sistemas binarios para generalizar la idea”, finalizó el especialista.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *