La tregua de tres días en Gaza se quedó en 90 minutos.
Ayer por la mañana se libraron los combates entre las tropas israelíes y las milicias palestinas al sur de la Franja.
El Ejército israelí anunció poco después de que las milicias de Hamas habían capturado a uno de sus oficiales, el teniente Hadar Goldin, en plena operación de rastreo de túneles en una zona de Gaza próxima al paso de Rafah, en la frontera con Egipto.
En la misma refriega murieron al menos otros dos militares. Israel bombardeó duramente diversas posiciones en la región sureña donde asegura que se produjo la captura.
En esos ataques murieron 54 palestinos. Los combates y los bombardeos se extendieron después a todo el enclave costero palestino. Ocho cohetes disparados desde Gaza impactaron en Israel.
La tregua de 72 horas, propuesta por Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas anunciada por sorpresa la noche del jueves, comenzó por la mañana.
Era la iniciativa diplomática más potente para poner fin a esta ofensiva que empezó hace 26 días.
Israel acusó a Hamás de haber roto el alto el fuego al capturar a un soldado. Hamas, por su parte, sólo reconoció que se produjeron combates antes del cese de hostilidades.
Los portavoces políticos del grupo islamista no han confirmado la captura del oficial israelí.
El premier, Benjamín Netanyahu aseguró que “Israel tomará todos los pasos necesarios contra quienes reclaman su aniquilación y aterrorizan a sus ciudadanos”, según un comunicado oficial.
Más de 120 palestinos murieron en total durante los bombardeos tras el colapso de la tregua.
Ésta es la tercera ofensiva desde 2008 que sufre el enclave palestino, donde viven 1,8 millones de personas en condiciones muy duras también en tiempos de calma.
Israel cerca la Franja por tierra, mar y aire. Egipto cerró sus fronteras hace un año, tras el golpe de Estado que derrocó al islamista Mohamed Morsi.
El Ejército de Israel impuso un toque de queda ayer en la localidad de Rafah y sus inmediaciones.
Eyad Baba, vecino de la ciudad de 180 mil habitantes, contaba por teléfono que “todos están aterrados” desde los bombardeos artilleros de la mañana.
Detalló que hay “decenas de cadáveres tirados por las calles, porque nadie se atreve a recogerlos”.
El Ejército de Israel ha enviado mensajes de texto ordenando a los ciudadanos que “no se muevan de sus casas” ni utilicen la carretera que une Rafah con la ciudad de Jan Yunis.
Ayer era imposible acercarse a Rafah sin arriesgar la vida, pero los duros bombardeos de artillería se oían a kilómetros.
En Juza, una localidad al sureste del enclave, los bombardeos tampoco permitían acceder a la parte más próxima a la frontera con Israel.
Ayer fue la primera vez que se pudo entrar en el lugar tras varias semanas de ocupación por las fuerzas de Israel.
Muchos palestinos, como Mohamed Qudeh, de 32 años, aprovecharon para rescatar a sus muertos.
La tregua pretendía dar un respiro a los gazatíes para enterrar a sus deudos y comprar víveres mientras se buscaba una salida diplomática.
Contaba Qudeh que hace diez días se refugió “con otros 20 vecinos” en casa de un familiar también llamado Mohamed Qudeh, un hombre de “unos 70 años”.
“Cuando el Ejército entró en la casa, Mohamed creyó que el pasaporte extranjero le daría seguridad y se acercó a ellos”.
Sudando al sol mientras las explosiones parecían acercarse desde el este, contó que “un soldado le disparó en el pecho en cuanto se dirigió a él en inglés”. Después llegó un capitán “que obligó a todos a desnudarse” y fue interrogándoles uno por uno hasta asegurarse de que no eran milicianos de Hamas.
Al menos dos ambulancias palestinas se turnaban para llevarse los cadáveres de las casas y de las calles por donde rodaron poco antes los tanques israelíes. Ya olía a podrido desde las inmediaciones de la parte de Juza más castigada por las bombas, una zona en la que sólo quedaban ruinas.
El alcalde del pueblo de siete mil habitantes, Farid Qudeh, lamentaba a gritos la devastación: “Lo han matado todo: al ganado, a las aves, a los caballos, todo”.
Apartándose del paso veloz de las ambulancias que sorteaban cascotes y despojos de mulas abrasadas, el alcalde abría mucho los ojos al describir los horrores que habían visto. Mataron, dijo, “hasta a una niña en su silla de ruedas”.
Contó que quedarían “unas diez personas vivas, atrapadas en algunas partes del pueblo”. Lo demás, cadáveres descomponiéndose bajo toneladas de escombros.

Condenan violación al alto al fuego

Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas condenaron la violación al alto al fuego.
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon culpó a Hamas por violar el cese del fuego en la Franja de Gaza y demando la libertad inmediata e incondicional de un soldado israelí.
Llamó a ambas partes a “mostrar moderación máxima y regresar al acordado cese del fuego humanitario de 72 horas que trágicamente duró tan poco tiempo”, dijo el portavoz de la ONU Stephane Dujarric.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry fustigó un ataque extremista que mató a dos soldados israelíes y llevó al presunto secuestro. Dijo que se trataba de una afrenta a las garantías de respeto al cese del fuego dadas a Estados Unidos y la ONU, que auspiciaron la tregua.
Kerry demandó que el movimiento extremista islámico Hamas, que gobierna Gaza, “deje en libertad inmediata e incondicionalmente” al soldado israelí.

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