El cineasta Rafa Lara se caracteriza no sólo por arriesgarlo todo en sus producciones, sino mostrar aquel rostro que muy pocos conocen y que en esta ocasión retrata en “Cinco de Mayo: La Batalla”.
En entrevista para AM, Rafael Lara (“La Milagrosa”, “Labios Rojos”, “El Quinto Mandamiento”), platicó su aventura por esta nueva obra en la que participan Kuno Becker, Angélica Aragón, Mario Zaragoza, Daniel Martínez, Gines García Millá, Liz Gallardo y Javier Díaz Dueñas.
“Fue un proceso de casi 3 años llegar a este momento y nos tiene muy contentos, esperemos que el público responda a la calidad y al respeto que se le ha tenido a la película. Es un producto de calidad que dignifica la historia, al espectador y los hombres y mujeres mexicanos, de honrar la historia de otros héroes”, dijo Rafael Lara.
Una particularidad de la película, es el retrato que Lara hace de Benito Juárez (Noé Hernández) y Porfirio Díaz (Pascasio López); aquí se aleja de lo que hablan los libros de texto gratuito y junto a los actores los aleja del estereotipo de un Benito Juárez Noble, humilde o de la villanía de Porfirio Díaz.
“En el caso de los héroes reconocidos la idea era humanizarlos, se han hecho producciones históricas solemnes que enmarcan una distancia, y yo quería hacer algo actual, cercano, el hecho de tener un Porfirio Díaz, lejos de la historia oficial y el que no es un panfleto oficialista, es una propuesta interesante que el público agradece”, comentó.
En colaboración con el gobierno de Puebla y Gala Films, Lara profundiza en la historias del 5 mayo de 1862, hecho donde el Ejército Mexicano al mando del general Ignacio Zaragoza, derrotó al Ejército Francés de Napoleón III quienes pretendían invadir el territorio para instaurar una monarquía junto a los conservadores mexicanos.
Con un costo de 80 millones de pesos, inversión más grande y cara del cine mexicano; rodada entre mayo y junio del 2012 en locaciones de Puebla y Veracruz, se requirieron cuatro meses de trabajo de producción y preproducción para terminar la cinta que dura poco más de 2 horas y que conmemora los 150 años de ese hecho.
“Trabajar con dos historiadores como Eduardo Melo, que son conocedores del 5 de mayo y eso se agradece porque es una película que no pretende, que desde el guión tiene mucha investigación”.
Actores como Ginés Garcína Millán (General Juan Prim, España), Willian Miller (Conde de Lorencéz, Francia), José Carlos Montes Roldán (Teniente Fauvet, Francia), fueron ‘importados’ del extranjero y entre sus habilidades se encuentran el dominio de las armas, además de hablar con fluidez el francés.
Al respecto el director señaló que para él fue importante darle realismo a sus personajes, a través de un estricto casting.
“Me gusta trabajar no con figuras, grandes nombres, sino con grandes actores como los ya consolidados, con gente joven y trajimos actores europeos para hacer los papeles para tener este rigor porque los franceses hablan francés, ¡sería ridículo tener actores hablando español afrancesado!”.
Rafa la considera la más personal de sus películas, debido a la musicalización que tiene un toque fresco fuera de las predicciones de una película histórica. Dentro del filme se incluye un tema de Caifanes interpretado por Cecilia Toussaint (canción sorpresa).
“Vengo de la generación joven de cineastas que se sienten con energía, de quienes construimos el cine mexicano y conecta muy bien, transporta al espectador como si estuviera ahí, siempre he sido rockero, guitarrista y el guión se inspiró en lo que llevo a la pantalla, Pink Floyd, The Cure, Caifanes”, dijo.
Tanto en la producción como en la realización, Rafael Lara propone una máquina del tiempo a través del uso de elementos y cámaras que trasladen al espectador a un clima intimista hacia aquella fecha histórica, además de dar un punto de vista de aquellos acontecimientos que marcaron la historia de México.
¿Sabías qué…?
– El equipo humano que intervino en las semanas más complejas del rodaje llegó a superar las 700 personas.
– Fueron utilizadas alrededor de 300 bombas o efectos explosivos, y se contaba con un equipo base de 16 Stunts actuando al mismo tiempo, rodeados de aproximadamente 300 extras que encarnaban a los soldados franceses y mexicanos.
– Se gastaron más de 900 litros de sangre artificial para las escenas de batalla.
– Durante las escenas más grandes y complejas de la batalla, se llegaron a utilizar un total de 130 caballos con sus respectivos jinetes.
– Se diseñaron y confeccionaron más de 1000 vestuarios, uniformes, sombreros e incluso calzado de la época, para los actores y extras que intervinieron en la película.
– Se contaban con más de 70 choferes y vehículos entre tráilers, camiones de carga, vehículos de pasajeros, grúas y demás transportes motorizados para trasladar a todos los departamentos involucrados en la producción de la película.
– Durante la postproducción, se crearon más de 300 efectos especiales y retoques digitales, y sumaron más de 200 los canales de audio utilizados en el complejo diseño de sonido.