En lugar de tener una luna de miel tradicional en algún punto paradisiaco del planeta, Angelina Jolie y Brad Pitt disfrutaron de los días siguientes a su boda con sus seis hijos, en su castillo en Francia.
La pareja se casó el sábado pasado en su propiedad, conocida como Château Miraval, en el departamento de Var, al sur del país galo.
“La luna de miel consistió en unos días disfrutando de Miraval y todo el espacio que tienen ahora. Los niños anduvieron en cuatrimoto y nadaron la tarde de la boda, y por la noche todos disfrutaron de pizza en el jardín.
“Todo fue muy (al estilo de) Brad y Angie. Ellos son de bajo perfil y gustan más de gestos románticos que de tener una boda grande, deslumbrante y multimillonaria”, dijo una fuente cercana a la pareja, de acuerdo con E! News.
Según el informante, los actores descartan realizar próximamente algún viaje en pareja para festejar sus nupcias.
“Ellos dicen que su vida ha sido una larga luna de miel. Siempre han sido muy románticos y seguirán celebrando estos momentos maravillosos por el resto de sus vidas”, expresó el informante.
“Fueron días hermosos. Brad está ahora en Inglaterra mientras que Angelina está en Gozo (Malta) preparándose para la filmación de la película que están haciendo juntos”, dijo la fuente.
Pese a que el enlace se dio bajo estricta intimidad, algunos detalles han comenzado a salir a la luz.
La ganadora del Óscar usó un tradicional vestido blanco de encaje y seda, mientras que su esposo lució un esmoquin de lino color crema, de acuerdo con una fuente allegada al evento.
“(Jolie) Definitivamente usó algo que perteneció a (su madre) Marcheline Bertrand. Un pequeño medallón de oro con la foto de su mamá en el interior”, expresó la fuente.
Los niños Jolie-Pitt vistieron trajes de lino como los de su padre, y sus hermanas usaron vestidos diferentes, creados para la ocasión, de acuerdo con el estilo de cada una.