Las populares lechitas saborizadas forman parte de las bebidas que aportan la mayoría de calorías que consumen niños y jóvenes.
Junto con los refrescos y la leche entera sin sabor, las leches saborizadas fueron las bebidas de donde la población de 1 a 19 años de edad obtuvo la mayor parte de sus calorías diarias, reveló un estudio publicado en abril de 2014 en la revista de la Sociedad Americana de Nutrición, Journal of Nutrition.
Al comparar los resultados de encuestas nacionales de nutrición de México, expertos en salud pública del País y de Estados Unidos encontraron que de 1999 a 2012, niños de 5 a 11 años consumieron 45 calorías más provenientes de estos productos.
“El problema es que en estas bebidas tienen altas cantidades de azúcar y en el mismo producto puede haber azúcares añadidos y edulcorantes no calóricos”, advierte Xaviera Cabada, nutrióloga de El Poder del Consumidor.
Por esa razón, en casa se podría concebir a una leche saborizada como una bola de helado, sugiere Ana Lara Pulido, también nutrióloga.
“Un helado se les da eventualmente, no  al día o dos veces al día o todos lo que el niño quiera”, comenta.
Dentro de sus recomendaciones para llevar una buena alimentación, el Instituto Nacional de Salud Pública señala que se deben preferir la leche semidescremada, leche descremada y bebidas de soya “sin azúcar adicionada” sobre la “leche y bebidas de soya saborizadas y con azúcar agregada ya que contienen grandes cantidades de energía”.
“Con la leche semidescremada le quitas la grasa a la leche y así reducirás el riesgo de obesidad y colesterol en adelante”, agrega Lara Pulido.
Las nutriólogas coinciden en que las leches saborizadas alteran el sentido del gusto a los niños por su sabor intensamente dulce y los saborizantes que contiene.
“Una de las cosas que está llevando a los niños de este país a la obesidad son las calorías líquidas”, agregó.
Un niño de cinco años de edad que ya tiene un patrón de consumo excesivo de bebidas endulzadas: “a los 10 o 15 años, ya va a presentar problemas metabólicos”.
El síndrome metabólico incluye la elevación de triglicéridos, de colesterol, de ácidos grasos y resistencia a la insulina, hasta que se lleguen a presentar altos índices de glucosa.

En la alacena
En lugar de los cuadritos de leche de sabor, prefiera:

-Cuadritos de leche entera o  descremada.
-Licuado con fruta hecho en casa sin agregar azúcar.
-Yogur natural con trozos de fruta, sin agregar azúcar.
-Consumir esporádicamente las leches de sabor y emplearlas como postre, no como desayuno.

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