Norman Foster, director de Foster + Partners, ganador de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ve factible que la terminal arranque operaciones en el 2018, antes de que termine la Administración de Enrique Peña.
“Es (una meta) realizable. Aunque dependerá mucho de la manera en la que el proyecto se estructure finalmente, cómo se tomen decisiones y demás factores. Todo eso está en construcción en este momento”, señaló el arquitecto en entrevista con Reforma.
“Lo apropiado es ser cauteloso con los tiempos. No creo que se pueda estar más impaciente de lo que estoy yo de empezar y terminar este proyecto, pero por supuesto que hay que hacer las cosas bien en cada etapa del camino”, explicó en el despacho de su socio mexicano para este proyecto, el arquitecto Fernando Romero.
Sin embargo, para Manuel Ángel Núñez Soto, director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, la obra arrancaría operaciones hasta el 2020.
“El propósito es que una parte fundamental del proyecto esté terminada en esta Administración y lo que reste por hacer nos lleve el año 19 y el 20 para ponerlo en operación”, aseguró.
La primera fase del aeropuerto anunciado ayer por Peña contempla tres pistas con una capacidad para 50 millones de pasajeros al año; el actual aeropuerto maneja 32 millones.
El proyecto completo, que consiste en seis pistas para 120 millones de pasajeros, estaría hasta dentro de 50 años.
“Va a depender del desarrollo del mercado, vamos a abrir, con una capacidad para 50 millones de pasajeros y crecerá de conformidad con la demanda”, afirmó el también ex Gobernador de Hidalgo.
Núñez Soto aseguró que este año arrancarán los trabajos de tipo hidráulico, caminos interiores, accesos y nivelación de tierra.
El secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, calculó que entre recursos públicos y privados se contará con una bolsa de 120 mil millones de pesos.
El perfil de Norman Foster
Es conocido por ser uno de los arquitectos más acaudalados del Reino Unido.
En 1999 ganó el mayor premio de la arquitectura: el premio Pritzker.
Nació en Manchester, Reino Unido en 1935. Tras licenciarse en la Escuela de Arquitectura y de Urbanismo de la Universidad de Manchester en 1961 obtuvo una beca para ampliar sus estudios en la Universidad de Yale, donde hizo un máster en Arquitectura.
Es el fundador y presidente del estudio Foster + Partners, creado en Londres en el año 1967, con presencia, actualmente, en todo el mundo y con oficinas en más de veinte países.
Desde sus comienzos, el estudio ha recibido más de 500 premios, distintas menciones por su excelencia y ha ganado más de 86 concursos nacionales e internacionales.
Su firma Foster + Partners, ha diseñado decenas de proyectos de alto perfil alrededor del mundo, incluyendo el aeropuerto de Beinjin y el Estadio de Wembley en Londres.
Dio vida al metro de Bilbao, en España y la torre de comunicaciones en Collserola, que fue vital para los Juegos Olímpicos de 1992.
También diseñó el puente más alto del mundo, que se eleva a 243 metros sobre el río Tarn en Francia y sobrepasa en 23 metros la altura de la Torre Eiffel.
Sus diseños se caracterizan por un marcado sello industrial y gran atención al detalle.
Las curvas siempre están presentes en sus trabajos y la tecnología juega un papel fundamental.