Las personas con alcoholismo no son las únicas que se ven afectadas por esta enfermedad, sino también sus familiares y amigos.
La gente alrededor de un alcohólico puede llegar a sufrir de su violencia verbal, psicológica y hasta física cuando se encuentran en estado inconveniente.
Ante esto, en 1951 surgió el primer grupo de apoyo Al-Anon, integrado por amigos y familiares de alcohólicos, que se reúnen para compartir sus experiencias y para tener un proceso de sanación en su problema en común.
“Cuando creces y convives con un ser querido que tiene esta enfermedad del alcoholismo, llegas al grupo con mucha inseguridad, baja autoestima, muchísimo miedo y además vergüenza.
Negamos que hay violencia, que hay carencias e incluso somos propiciadoras de ocultar la enfermedad con otros”, comentó una de las integrantes del grupo que pidió anonimato.
“La mayoría de las personas que llegan a pedir ayuda, tanto el alcohólico como los familiares, es porque ya no pueden con el dolor, cuando el dolor sobrepasa a tu negación”.
Al-Anon llegó a México el 27 de septiembre de 1973 como una asociación civil bajo el nombre de “Central Mexicana de servicios generales de los grupos familiares Al-Anon A.C.
En la actualidad existen aproximadamente 25 mil grupos en 130 países, de los cuales tres mil grupos están en México.
“Nosotros respetamos religiones, preferencias sexuales, creencias, adentro no hay profesiones, todos somos iguales, los grupos Al-Anon recibimos a todo mundo y es para ayudar a hombres, mujeres y jóvenes”.
El alcoholismo es una enfermedad de relación, es decir, que los alcohólicos y las personas en contacto con ellos como un cónyuge, hermano o hijo, tienen una afectación profunda en la manera en que se relacionan con otros y la percepción de lo que debe ser una familia cambia.
“Tenemos problemas de relación, crecimos o convivimos viendo la botella enfrente de nosotros y en lo que nos decían para encubrir su alcoholismo y hasta generamos resentimiento con esas personas”.
También mencionó que otra de las consecuencias que presenta una persona que convive con un alcohólico es el aislamiento.
“Empiezas a replegarse de los entornos sociales, no quieres convivir con otras personas, porque no quieres que se sepa. Esta gran negación afecta tu vida, porque te dices y le dices a las personas que se preocupan por ti, que no tienes un problema o das excusas.
“La negación en todos los sentidos, de no aceptar que nosotros estamos mal, que nuestra familia está mal, aparentamos hacia afuera, que estamos bien cuando adentro nos estamos comiendo los unos a los otros”.
Además hay una subunidad llamada “Alateen” para grupos más jóvenes que conviven con alcohólicos y han sufrido directamente las consecuencias.
Además de las reuniones presenciales, durante la pandemia por Covid-19 se crearon grupos virtuales para tener un sistema híbrido de reuniones presenciales y online.
“En el estado de Guanajuato durante la pandemia, si paramos, hubo grupos que cerraron, pero afortunadamente nosotros en León dijimos ‘Al-Anon tiene que seguir’.
La adicción del alcoholismo está al 100 % y hubo grupos que estuvieron abriendo a pesar de la pandemia con los cuidados pertinentes y en reuniones virtuales”, agregó otra de las integrantes de la agrupación.
“Nuestro grupo no son soluciones rápidas, nuestro grupo es una solución donde cada vez se va logrando mayor serenidad y crecimiento personal y espiritual”.
Para mayor información de la agrupación de Al-Anon y sus reuniones, comunícate al (477)408-5751, o en Facebook como @AlanonAlateenLeon