Pensilvania.- Rachel Marie Powell, de Pensilvania, quien usó un megáfono para dirigir la turba que asaltó el Capitolio fue declarada culpable el martes de unirse a ella para tratar de impedir que el presidente electo Joe Biden ocupara su cargo.
El juez Royce Lambeth presidió el juicio sin jurado y declaró a Powell culpable de cargos derivados del ataque del 6 de enero de 2021. Powell, declarada culpable de los nueve cargos presentados en su contra, recibirá su condena el 17 de octubre, según actas judiciales. Hasta entonces, permanecerá en libertad.
Powell, que vestía un sobrero rosa y una chaqueta con forro de piel y capucha, se unió a una turba que enfrentó a la policía en una barrera para estacionar bicicletas en el costado oeste del Capitolio, y forcejeó con los agentes, según los fiscales.
Se la ve y escucha en un video donde a través de un megáfono alienta a los insurrectos a “coordinarse para tomar este edificio”. También les dio “instrucciones muy detalladas” sobre el plano del Capitolio, según la declaración jurada de un agente del FBI. Usó un hacha y un caño para romper una ventana, dijeron los fiscales.
Powell optó por un juicio sin jurado, y el juez la condenó por interferir con la labor policial y obstruir la sesión del Congreso del 6 de enero que debía certificar la victoria electoral de Biden sobre Donald Trump.
El abogado de Powell no hizo declaraciones sobre el veredicto.
Powell fue arrestada casi un mes después del asalto, aunque quedó luego en libertad. Los agentes del FBI hallaron varios teléfonos celulares destruidos y diversas armas al allanar su domicilio.
Powell y su exmarido compartían la custodia de seis hijos menores de edad en 2021. Según los fiscales, dejó a los niños en la casa cuando fue a Washington a asistir al acto para “Detener el robo”, en que Trump afirmó falsamente ser el verdadero ganador de la elección.
Más de 1.000 personas están acusadas de crímenes relacionados con el asalto. Un centenar ha sido condenadas por jueces o jurados. Otras 600 se han declarado culpables.
JFF