El excremento de las palomas y los parásitos que desprenden, son considerados como foco de infección para los seres humanos, donde los niños y las personas de la tercera edad son los más vulnerables.
Los gorupos son bichos que se alimentan de la sangre y los restos de la piel de este tipo de aves y pueden provocar infecciones en las personas que tengan contacto con estos animales, así lo señaló el médico veterinario zootecnista, Arnulfo Gómez.
No sólo el excremento que contiene ácido úrico es un problema de salud para las personas, sino también los parásitos externos e internos que arrojan estas aves.
“Es tanto el excremento de la paloma que al exponerse a los rayos del sol se hace un polvo y con el aire la gente lo inhala o hasta puedo afectar el cuero cabelludo, cuando pasa por los lugares donde anidan o bajan a comer. Incluso hasta los desechos de los perros son nocivos cuando se trata de una sobrepoblación”, agregó.
Arnulfo Gómez manifestó que incluso hay una mosca con características muy particulares que se alimentan del interior de las palomas, lo que puede transmitir enfermedades respiratorias a los humanos.
En la actualidad resulta complicado para los expertos determinar la raza de las palomas que hay en la ciudad por su pronta manera de reproducirse.
“Hay especies deportivas o conocidas como mensajeras. Lo que pasa con estas aves es que cuando viajan de un lugar a otro encuentran una pareja y se reproducen en menos de 3 meses.
“Por cada huevo tienen dos crías, por eso es que la sobrepoblación en distintos estados de la República es muy común”.

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