El arzobispo católico de Atlanta parece haber captado el mensaje del papa Francisco de vivir modestamente.
Hace pocos días, el pontífice removió a un obispo alemán por sus gastos pródigos en una nueva residencia. Ahora, el arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory, ha acatado las críticas de los católicos locales y se ha disculpado por comprar una mansión para su uso personal a un costo de 2,2 millones de dólares.
Gregory ofreció vender la casa espaciosa, si es eso lo que desean los representantes de la iglesia local. El arzobispo admitió que no consideró el costo del proyecto sobre su propia “integridad y credibilidad pastoral”.
Los obispos pueden anticipar una mayor vigilancia de su estilo de vida. Los líderes de la Iglesia se dieron cuenta del desafío después que Francisco tomó un autobús del Vaticano, en vez del tradicional sedán papal y escolta de seguridad, para regresar a su hotel después de haber sido consagrado pontífice.

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