Arriesgando su propia integridad, pero fiel a su convicción de brindar ayuda a quienes más lo requieren, una mujer improvisó un espacio para ofrecer comida, bebida y algunas prendas de vestir a los inmigrantes, en su paso por San Francisco
Motivada por la situación que observaba en el cruce entre el bulevar Aquiles Serdán y Juventino Rosas, en donde dice se encontró en varias ocasiones con grupos de inmigrantes que en su paso por la ciudad sufren hambre, frio o calor. Tomó la decisión de ayudar y ofrecerles un descaso en su travesía.
Las redes sociales fueron su punto de partida, mencionó la intención que tenía de ofrecer alimentos, agua y ropa a estas personas y de inmediato varios ciudadanos se unieron a la causa.
Ayer a las 12 del día, con la ayuda de sus hijos Paty, como le llaman sus amistades, ocupó un espacio en el bulevar Juventino Rosas, con la finalidad de que los inmigrantes la ubicaran, avisó en algunos comercios de que se instalaría de modo que corrieran la voz a estos inmigrantes y que se acercaran a comer.
“No podemos pedir que respeten a nuestros migrantes cuando nosotros no respetamos a quienes están de paso por nuestra ciudad, ¿dónde está el apoyo?, no lo hay, solo la buena voluntad de las personas que me ayudaron a tener esta comida, el agua y algunas cosas más para ofrecer”, dijo la señora Paty.
Al menos la tarde de ayer, varias personas, entre inmigrantes y no, tuvieron comida y agua para pasar el día.

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