Según dónde vivas, la contaminación del aire te quita meses —y en algunos casos más de un año— de tu expectativa de vida, de acuerdo con un estudio publicado el 22 de agosto.
En todo el mundo, la contaminación ambiental reduce la expectativa de vida un año en promedio desde el nacimiento. El efecto es mucho más pronunciado en algunos países: en el caso de los egipcios la reduce en 1,9 años y de los indios en 1,5 años. En Rusia es de alrededor de nueve meses.
En Estados Unidos es menor: para un estadounidense nacido hoy, la contaminación reduce su expectativa de vida en alrededor de cuatro meses, pero según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el plan del gobierno de Trump podría causar hasta mil 400 muertes prematuras cada año.
El estudio, publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters, tomó en cuenta medidas de contaminación del aire de exteriores (o ambiental). Recolectó datos de estudios previos que usaron satélites y medidores de contaminación a nivel del suelo para calcular los niveles de partículas en suspensión en el aire, conocidas como PM 2,5.
El equipo de Apte descubrió que exponerse a la contaminación del aire de interiores —por ejemplo, cocinar con leña, carbón o estiércol— también puede ser devastador. En el sur de Asia, esta exposición reduce la expectativa de vida en 1,2 años adicionales.
Los niveles de la contaminación ambiental de interiores fueron calculados al tomar un conjunto limitado de datos reales de esta contaminación y extrapolarla tomando como base qué combustibles usa la gente en sus cocinas en diferentes países.
El impacto negativo de la contaminación ambiental socava el progreso total que el mundo ha hecho para elevar la expectativa de vida en las décadas pasadas. El promedio global actual es de 72 años, alrededor de 20 años más que en 1960. Un mejor acceso a la atención médica ha sido determinante en este cambio.
La contaminación del aire de interiores y exteriores es directamente responsable de una de cada nueve muertes en todo el mundo, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.