Quiso hacer el gran negocio,
con los cuates de Iberdrola,
chamaquearon con el precio,
no pudo ni ver la rola.
Plantas de medio cachete,
que cobrarían como nuevas,
le tronaron ese cuete,
mientras él celebraba al verlas.
Y luego, la otra gran venta,
el avión presidencial,
mas barato que una renta,
se le perdió un dineral.
Que lo compraron los rusos,
por medio de otras personas,
el Peje entendió que los tuzos
del Pachuca oh que bromas.
Se siente el gran comerciante,
como el arbano Naguib,
la verdad que de barchante,
solo tiene la nariz,
porque la parte pensante,
le falla desde matriz.