El lenguaje tiene el poder de comunicar, pero también tiene el poder de herir. El odio a las minorías y su discriminación también se ejercen por medio de expresiones, declaraciones, mensajes en redes sociales, textos, videos, que pueden ser insultantes y denigrar a una persona o a un grupo de personas por su pertenencia étnica, por tener una orientación sexual minoritaria, por ser de otro país, por su edad, su religión, por vivir en la calle, o por otras circunstancias.

La historia del mundo ha demostrado muchas veces que la retórica del odio amenaza los valores democráticos, la tolerancia y la estabilidad social, pudiendo llevar a tragedias humanas, incluido el genocidio. En México, como en otras partes del mundo, el discurso de odio genera violencia y discriminación, especialmente en las redes sociales; por eso la UNESCO hace un llamado a desarrollar mecanismos que permitan a las sociedades ser inmunes a dichos mensajes redoblando esfuerzos para ser conscientes y evitar ser partícipes del mismo.

El discurso de odio es concebido como cualquier tipo de comunicación verbal escrita o conductual, que utiliza un lenguaje peyorativo o discriminatorio hacia personas o grupos, basado en sus creencias, origen étnico, religión, edad y otros aspectos. A nivel mundial se observa con honda preocupación el aumento de los discursos que incitan a la violencia y la intolerancia, generando daños físicos, psicológicos y emocionales a las personas afectadas.

Es una amenaza latente para los derechos humanos y la estabilidad social, propiciando conflictos, tensiones, teorías conspirativas, prejuicios y discriminación (racismo, xenofobia, antisemitismo, misoginia y homofobia).

Las nuevas tecnologías han contribuido a proliferar este tipo de contenido retórico y divisorio, a escala global. La Asamblea General de la ONU firmó una resolución en el año 2021, proclamando el 18 de junio como Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio. Ello con la finalidad de promover el diálogo y la tolerancia interreligiosa e intercultural, para eliminar el odio en los discursos de diversa índole.

Con esta efeméride se pretende visibilizar la manera en la cual el odio afecta la paz, vulnerando los derechos humanos y las libertades básicas de las personas. Se extiende una invitación a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y las personas a llevar a cabo acciones e iniciativas que promuevan estrategias para identificar, abordar y contrarrestar el discurso de odio.

Ante los discursos de odio que también han proliferado en nuestro país, es preciso asumir una posición que fomente el pensamiento crítico y objetivo. Asimismo, es recomendable verificar hechos, información y fuentes antes de divulgarlos. Comparte sólo mensajes de solidaridad y denuncia los discursos de odio. Comparte información útil e interesante y utiliza las tres rejas socráticas ante toda información que contenga odio: ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?; Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?; ¿Es realmente necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?.  – Si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!

manuelramos28@gmail.com

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