“Pedimos lealtad a ciegas al proyecto de transformación porque el pueblo nos eligió para eso… Sí es lealtad al pueblo, básicamente, no a mi persona”. 

Andrés Manuel López Obrador

 

En los tiempos del viejo PRI la lealtad al “Señor Presidente”, mientras durara su mandato, era la base de todo el sistema político. Con la desaparición del partido hegemónico se desvaneció esta sujeción al líder máximo. Ni los panistas consideraban a Vicente Fox o a Felipe Calderón como ídolos, ni los priístas a Enrique Peña Nieto. Hoy, sin embargo, el culto a la personalidad está renaciendo con la Cuarta Transformación. El compromiso no es ya con una causa, sino con la persona del líder máximo. 

Esto quedó claro en la “asamblea informativa” del domingo 26 de junio en el municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, en lo que a todas luces fue un acto anticipado de campaña, tanto para las elecciones de Coahuila de 2023 como para las presidenciales de 2024. A los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena, las “corchalatas”, como los ha llamado el Presidente, el líder nacional de Morena, Mario Delgado, les pidió: “Que asuman con claridad que lo único que importa es seguir impulsando el cambio en la historia nacional y no la historia personal, que renuncien a la dictadura del ego, que en su corazón habite el amor y no el odio. que lleven tatuados en su pecho los principios de no mentir, no robar y no traicionar”. 

“No es el momento de debates políticos -declaró el secretario de gobernación, Adán Augusto López-, no es momento de regatear nada, es momento de Andrés Manuel López Obrador y para ello debemos mantenernos unidos”. Por si hubiera duda de que se trataba de un mitin anticipado de campaña añadió: “No se equivoquen. Morena va a estar unido. Y Morena va a ganar sin duda”. 

Claudia Sheinbaum hizo declaraciones similares: “La unidad se hace con base en la lealtad”, dijo, y añadió: “Lo que nos une a nosotros son los ideales, el ideal de un México mejor, del acompañamiento al Presidente de la República, de este gran esfuerzo, de esta hazaña histórica. El Presidente tiene una tarea, pero nosotros tenemos la tarea de ayudarle”. 

La renuncia a la “dictadura del ego” no es más que la ratificación de que quienes participan en la 4T y aspiran a futuros cargos de elección popular deben expresar una lealtad absoluta al líder del movimiento, al primer mandatario. No se busca lealtad a la patria o al pueblo, sino a la persona del Señor Presidente. Lo dijo Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena, en una entrevista al periódico El País: “Cualquier división de Morena es traición. Puede haber diferencias, pero ante todo debe haber unidad y compromiso con el proyecto del presidente. Todos los aspirantes que estén en este proceso deben ser respetuosos, hacer trabajo de partido, tener una gran lealtad con el Presidente de la República y con Morena”. 

La lealtad que se exige a los aspirantes a cargos dista mucho de lo que se podría esperar de un movimiento democrático. Es correcto luchar por una idea o por un principio, pero no por una persona. Así se crearon los cultos a la personalidad de Stalin, Mao Zedong y Fidel Castro que tanto daño hicieron a sus pueblos y a las causas de la izquierda. 

Lo lamento porque creo que el presidente López Obrador tiene buenas intenciones en algunos temas. Ciertamente llegó a la presidencia gracias a la defensa de unos ideales. Pero una cosa es pretender gobernar para los pobres y otra exigir pleitesía a la figura de un líder que, supuestamente, nunca se equivoca y que está creando dogmas para las siguientes generaciones. 

 

Artistas

El rapero Maykel Castillo, “Osorbo”, fue condenado a nueve años de cárcel por colaborar en la creación del tema musical “Patria y vida”; el artista Luis Manuel Otero Alcántara, a cinco años por “ofender a la bandera nacional”. Sí, años de prisión en Cuba por ofrecer expresiones artísticas. 

Twitter: @SergioSarmiento

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