Este viernes se tomó una histórica decisión por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre anular el derecho constitucional de casi 50 años que le daba a la mujer la libertad de interrumpir su embarazo, lo que está desencadenando réplicas que ya han comenzado a cambiar el carácter de la vida estadounidense.

Con la decisión respaldada por la mayoría de jueces conservadores del tribunal, quedó anulado el precedente legal que imposibilitaba a los estados prohibir el procedimiento mientras el feto no fuera viable fuera del útero (lo que hoy se considera ocurre alrededor de la semana 23 de embarazo).

El origen de la sentencia de la Corte Suprema de este viernes se remonta a un caso específico, el de Dobbs contra la Organización de Salud Femenina Jackson, en el que se impugnaba una ley de Misisipi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas, incluso en casos de violación.

Lynn Fitch, la fiscal general de Misisipi, pidió a la Corte Suprema que mantuviera la ley de su estado y eliminará la histórica decisión Roe vs. Wade. Y este viernes la mayoría conservadora del tribunal respaldó la ley de Misisipi con 6 votos a favor y 3 en contra, y derogó Roe vs. Wade por 5 votos a 4.

Dicha protección (Roe vs. Wade) se originó en 1973, cuando una mayoría de jueces nombrados por presidentes republicanos interpretaron que en la 14 Enmienda de la Constitución, que reconoce el derecho a la privacidad, estaba recogido también el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo.

La Corte Suprema de Estados Unidos, en una decisión 7-2, afirmó el 22 de enero de 1973 la legalidad del derecho de una mujer a tener un aborto bajo la Decimocuarta Enmienda a la Constitución. El Tribunal sostuvo que el derecho de una mujer al aborto se incluía en el derecho a la privacidad (reconocido en Griswold v. Connecticut) protegido por la Decimocuarta Enmienda. La decisión otorgó a la mujer el derecho de abortar durante la totalidad del embarazo y definió diferentes niveles de interés estatal para regular el aborto en el segundo y tercer trimestre. La resolución afectó leyes en 46 estados.

La nueva decisión revierte este criterio y devuelve a las autoridades de los estados la decisión de prohibir o permitir el aborto. Los magistrados supremos votaron 5 a 4 a favor de derogar la ley que daba acceso a millones de mujeres al aborto y ahora queda en manos de cada estado legislar independientemente sobre el derecho de las mujeres a terminar voluntariamente un embarazo.

Varios estados conservadores ya han aprobado legislaciones muy restrictivas, incluyendo Oklahoma que aplicó una prohibición total desde el momento de concepción, con muy pocas excepciones.

Grace Howard, experta en criminalización del embarazo de la Universidad Estatal de San José en California, explicó a la BBC lo siguiente:

  • “Al ser EE.UU. una federación, cada estado tiene la potestad de decidir sobre aquellos asuntos que no se consideren como derechos o deberes protegidos por la Constitución del país”, explica Howard.
  • “Es previsible un aumento de la tasa de mortalidad materna del 21% en Estados Unidos, que ya es el país industrializado con mayor número de muertes maternas”.
  • “Las personas en muchos estados no podrán acceder al aborto legal, por lo que seguirán practicándose abortos ilegales, con todos los riesgos que esto implica”.
  • “Los estudios que hemos hecho anticipan que muchas mujeres morirán porque se verán obligadas a dar a luz y no están preparadas o no desean hacerlo, aumentando también la carga sobre el estado con mayor número de niños dados en adopción”.
  • “También podemos anticipar muchos arrestos: tanto de mujeres como de otras personas que las ayuden o, incluso, de pacientes que se presenten en los hospitales tras tener un aborto ilegal”.
  • “Muchos médicos podrían verse obligados legalmente a denunciar a una paciente embarazada que hace algo que podría tener un impacto negativo en un embarazo”.
  • “Será un problema también para las mujeres que tengan abortos espontáneos. Muchas se verán sometidas a investigaciones para probar que el aborto no fue provocado y si la encuentran culpable, podríamos ver escenarios en los que las condenen a 10 o 20 años de cárcel”.
  • “Muchas mujeres podrían también ser condenadas por utilizar medicamentos u otros métodos para facilitar el aborto”.

Siendo esa la composición de la corte, ¿qué posibilidades hay de revertir esta decisión sísmica para la sociedad estadounidense?

“Es muy poco probable que veamos un resultado diferente con esta composición de la Corte Suprema”, dijo a la BCC Jessica Waters, decana de estudios de pregrado del Departamento de Justicia, Leyes y Criminología y miembro de la facultad en la Escuela de Asuntos Públicos de la American University, en Washington DC .

La Corte Suprema cuenta con una mayoría conservadora de 6-3. Un cambio de esa tendencia requeriría que varios de los magistrados conservadores dejaran su cargo.

“Esencialmente se necesitarían por lo menos dos cambios de magistrados conservadores (por centristas o liberarles)”, indicó el profesor Frank Ravitch, presidente de Leyes y Religión en la Escuela de Leyes de la Universidad Estatal de Michigan.

Los defensores del derecho a decidir están completamente consternados porque piensan que los derechos de las mujeres acaban de retroceder 50 años. Creen que es una vuelta a una época en la que las mujeres morían como resultado de abortos clandestinos ilegales. Encuestas recientes sugieren que alrededor de dos tercios de los estadounidenses no querían que se eliminara el derecho constitucional al aborto.

El impacto político sísmico del fallo de la Corte Suprema se sentirá en los 50 estados, pero es probable que el impacto práctico inmediato ocurra en la mitad de ellos.

Tras la anulación de Roe vs Wade, 26 estados podrían restringir aún más el acceso al aborto, incluidos 13 estados que ya aprobaron las llamadas leyes de activación, que introducirán prohibiciones inmediatamente después de la decisión del tribunal. Menos de un tercio de esos estados incluirán excepciones por violación incestuosa.

Los estados controlados por los demócratas, como California y Nueva York, se convertirán en santuarios del aborto y darán la bienvenida a las mujeres de lugares donde el procedimiento ha sido prohibido. Hay 20 estados en total donde el aborto seguirá siendo un derecho protegido.

A medida que las clínicas de aborto cierren en los estados que han prohibido la práctica, se espera que muchas más abran cerca de las fronteras estatales en lugares donde todavía está permitido. Aquellos que no tienen el tiempo o el dinero para viajar pueden recurrir a otros medios, como pedir píldoras abortivas en internet, incluso si es ilegal.

Estados Unidos hoy se siente como un país que contiene dos naciones muy separadas, habitado por dos tribus que tienen valores, creencias y objetivos completamente diferentes. Ahora, simplemente se han alejado más.

Por casi 50 años, la decisión de Roe vs. Wade marcó la práctica del aborto en Estados Unidos y no se consideró necesario convertirlo en una ley federal que aplicara para todo el país. El aborto es un tema profundamente personal para personas de todas las creencias políticas. Muchos conservadores ven el procedimiento como el asesinato de un niño que está por nacer. Muchos otros estadounidenses ven la medida de la Corte Suprema como una cruel violación de los derechos humanos, es decir, la capacidad de una mujer para tomar decisiones sobre su propio cuerpo. La opinión pública a menudo tiene más matices que las certezas en blanco y negro del debate político, especialmente sobre en qué momento del embarazo se debe permitir el aborto y qué excepciones se deben hacer por violación, incesto o la salud de la madre, pero el la realidad sigue siendo que una clara mayoría del país no quería que la corte revocara a el fallo Roe v. Wade.

“No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. Simone de Beauvoir 

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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