Irapuato, Guanajuato.- Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se encuentran consternados y molestos por el asesinato del excomandante J. Reyes Méndez, quien se desempeñó por 11 días como Director de Seguridad Pública del municipio y del cual, confirmó el secretario de Seguridad Ciudadana de Irapuato, Ricardo Benavides, que había renunciado no solo a su nuevo cargo, sino a la corporación después de haber recibido amenazas de muerte de parte de la delincuencia organizada y no por trámites de su jubilación, como lo había anunciado el Gobierno Municipal el pasado 21 de mayo.
Reyes era una excelente persona, un excelente elemento policiaco. Siempre se preocupaba por sus compañeros y mantenía una ética y forma de trabajar impecable. No es justo como murió. El municipio lo dejó solo y desprotegido a él, que siempre fue reconocido por su buen actuar y que sacaba la camisa por la corporación”, platicó un elemento que quiso mantener el anonimato.
Este hecho ha molestado a varios elementos de policía y tránsito, quienes se sienten inseguros y desprotegidos por sus jefes y el propio Gobierno local. Refieren sentirse abandonados a su suerte cuando de su propia seguridad se trata, tanto en horario laboral, como cuando se dirigen a sus hogares a descansar.
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Para muchos, J.Reyes ya había recibido las amenazas de muerte y los arreglos florales, cuando aún era Director de Seguridad Pública. Pese a esto, la justificación que dio el municipio es que el Comandante no había solicitado la ayuda. Pero estás de acuerdo que era Director, no era necesario que la solicitara. Si al municipio y al propio Secretario le hubieran tomado la importancia que debía al tema y a la persona, de inmediato se la asignan y listo. Pero no lo hicieron y ahora sacan una estúpida justificación, que eso, fue lo que nos molestó a todos, como va a ser posible eso. ¿Pero sabes qué? en la conciencia de ellos quedará este tema”, comentaron.
Reyes, durante un largo tiempo fue instructor en la academia de policía. Grandes policías “de la vieja escuela” se forjaron con él, adquirieron sus enseñanzas y conocimientos que durante muchos años pasó de generación en generación y que hoy se reflejan en el actuar de los policías.
Este Secretario y la Alcaldesa, nos están dejando morir solos. Su prioridad no somos nosotros. Este suceso nos bajó la moral al piso. Un comandante que hacía mucho por la tropa y quiso venir a enderezar un poco el sistema, lo dejaron solo y desprotegido, ni escoltas ni nada y ahí están las consecuencias”, comentó un elemento más.
El ambiente de trabajo, refieren algunos policías, ha decaído más de lo que se encontraba. Refieren que el primer “bajón” ocurrió cuando la gente del pasado secretario de Seguridad Ciudadana, Miguel Ángel Simental, llegó y se adueñaron de “todo”. Luego, los elementos federales que arribaron “según” a reforzar la seguridad del municipio, solo desmoralizaron a los elementos municipales y nadie hizo nada. Durante muchos meses, se trabajó en un ambiente demasiado hostil dentro de la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana a sabiendas de la propia alcaldesa municipal Lorena Alfaro.
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Con el nombramiento de Reyes, la esperanza de recuperar y enderezar a la corporación policiaca se dejó notar. Aquellos elementos que se mantenían en zonas como hospitales y dependencias de gobierno “de adorno”, fueron sacados poco a poco a las calles a trabajar. Trató de hacer más por sus compañeros, porque todos se referían a él, como alguien que venía desde la tropa y sabía lo que hacía falta y dónde. Y ahí mismo se comenzaba a trabajar.
Ahorita la corporación es un pin desmadre, no saben por dónde empezar. ¿Por qué crees que nos está apoyando el Ejército?, pues para estar disuadiendo los índices delictivos de las colonias, la policía ya no puede. Nadie se pone de acuerdo.
Quieren a Secretario que sea de la zona
Para que esto cambie o al menos se estabilice, hace falta cambiar al secretario de Seguridad (Ricardo Benavides) por alguien de Irapuato. Alguien que conozca el área y la zona. Porque aquí solo están a pura adivinanza”, comentó un policía.
Hoy toda la corporación policiaca recibió un duro golpe emocional. Un golpe que puso a cuestionar a los elementos, si vale la pena o no seguir en la Policía después de ver cómo el municipio dejó solo y a su surte a uno de elementos policiales que más confianza le tenía “la tropa” y que esperaban que con su nombramiento, las cosas fueran distintas y se enderezara un poco la Dirección que pasa por uno de sus momentos más complicados.