La solicitud de segundas pruebas por parte de empleadores para descartar que un trabajador sea portador de COVID-19 ha provocado aglomeraciones en la clínica médica familiar del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Tulancingo.
Lo anterior lo explicó Iveth Islas Hernández, epidemióloga de dicha clínica, quien indicó que ninguna institución de atención a la salud brinda un documento que avale la seguridad para volver a las labores tras padecer la enfermedad, porque no es necesario, aseveró.
La semana pasada hubo varias quejas emitidas por derechohabientes de la institución por la tardanza y mala atención por parte de personal de la clínica médica familiar ISSSTE en Tulancingo, respecto a temas relacionados con virus SARS-CoV-2.
Sobre la realización de las pruebas para descartar o confirmar presencia de COVID en el paciente, Islas Hernández señaló que la clínica del ISSSTE en Tulancingo no es Unidad de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias, por lo que de acuerdo con protocolos establecidos a nivel nacional solo hay autorización para tomar muestras hasta a 10 por ciento de los pacientes que acuden a solicitar el servicio.
Dichos espacios están considerados en zonas donde han encontrado más casos de enfermedades broncorrespiratorias y el protocolo existe desde 2009, cuando se registró la pandemia por influenza AH1N1.
Sin embargo, aseguró que en el caso de pacientes considerados como graves, la atención es prioritaria, de acuerdo con el mismo protocolo señalado y que aplican a nivel nacional.
En el caso de la atención general, los pacientes pasan a revisión médica conforme llegan, aseguró la colaboradora de la clínica, y se hacen estudios totales con objetivo de descartar o confirmar la presencia de algún padecimiento broncorrespiratorio, incluido COVID.
Por ello, la tardanza en atención que se presenta en algunos casos, a lo que pidió tener paciencia para ser atendidos.