De nueva cuenta regando el tepache en lo más trapeado del cuarto se equivoca el Presidente al afirmar en su sermón desmadrugueño que “nos da gusto y nos frotamos las manos” -quienes como este su periódico al cual menciona y que criticamos sus ocurrencias- ante el hecho de que Estados Unidos -Y AHORA CANADÁ- muestren su inconformidad CONTRA el GOBIERNO AMLEÑO afirmando que ÉSTE VIOLA con su política energética al menos CUATRO de los artículos del T-MEC.

Acusación que viene acompañada de un recordatorio en el sentido de que habrá consecuencias, las cuales tienen sin cuidado al Presidente.

Esta acusación formal viene de los representantes comerciales tanto de Estados Unidos como de Canadá y de la cual se burló nuestro Presidente tocando una canción de un cotabasqueño, Chico Che, cuya letra dice “¡Uy, qué miedo!”.

A ningún mexicano patriota le da gusto que a México le vaya mal, que tengamos desavenencias y problemas con nuestros SOCIOS COMERCIALES: ¡Al contrario!

Precisamente se critican y señalan las constantes y reiteradas PIFIAS de este Gobierno y de su Presidente, nublada su razón por un inexplicable aferramiento al pasado, con el FIN de EVITAR que sigan equivocándose y causándole más perjuicio a la buena marcha de la economía mexicana. Y, en consecuencia, obviamente, con una actitud oscurantista turbiando el futuro de los mexicanos que pagarán con penurias económicas los pecados de este Gobierno que no parece atinar a una.

Resumamos sus más notables errores (que bien podrían calificar como “horrores”):

1. Ha fracasado en reducir la violencia en el País, así como la creciente influencia de los CÁRTELES en la vida económica mexicana y no obstante continúa invocando su megaerrada cantaleta de “abrazos, no balazos”.

2. Ha fracasado en CREAR MÁS EMPLEO y elevar los ingresos de los mexicanos.

3. Ha mostrado ser INCOMPETENTE en la contención de la INFLACIÓN. Los mexicanos ganan menos a consecuencia de una economía estancada y deben pagar más por los INSUMOS básicos que requieren para la manutención propia y de sus familias.

4. Está espantando la inversión nacional y extranjera, con lo cual complica el futuro crecimiento de nuestra economía y las posibilidades de generar una DERRAMA ECONÓMICA que apoye y sostenga elevar el nivel de vida de los mexicanos.

5. En lugar de estrechar los lazos diplomáticos con nuestros socios, en especial Estados Unidos, se han preocupado por agraviarlos alineando a nuestro Gobierno con los DÉSPOTAS más repudiables del continente: Maduro, Ortega y Díaz-Canel.

6. Ha dividido a la sociedad mexicana, en lugar de unirla con el fin de SUMAR esfuerzos y crear sinergias en la lucha contra la miseria.

7. Ha devaluado el servicio público, al convertirlo en un acumulador de poder y pisoteador de los derechos y preceptos democráticos, devaluando nuestra democracia y constituyéndose como un TIRANO más como los que afirma admirar en Venezuela, Nicaragua y Cuba.

8. Ha convertido al Gobierno Federal, y muchos locales, en ENEMIGO de la actividad empresarial, frecuentemente denostando a empresas y empresarios que no se le someten.

9. Ha convertido al Gobierno Federal en el PRINCIPAL ENEMIGO de la ECOLOGÍA, por promover políticas energéticas de “aire sucio” y por hacer caso omiso de las LEYES ambientales y la preservación de nuestro ecosistema, lo cual ha quedado comprobado con la sistemática DEFORESTACIÓN que realizan en la selva yucateca con tal de continuar el capricho presidencial del “Tren Maya”.

10. Con su ineptitud e incapacidad este Gobierno ha sometido al pueblo mexicano al DESPOJO de su acceso a medicinas y sistemas de salud. Esto al cancelar el Seguro Popular, que funcionaba y bien, y al DESARMAR el sistema de adquisiciones llevando a INSUFICIENCIA de medicinas en el IMSS y en el mercado abierto nacional.

Ha cometido muchísimos errores más, como el hacer INJUSTO, imposible e incomprensible nuestro sistema tributario, llenar de TRABAS y escollos el emprendimiento, desalentar a los exportadores, intimidar al sistema judicial con el fin de colocarlo al servicio incondicional del Poder Ejecutivo y muchísimas cosas más.

No sólo NO SABEN hacer las cosas, sino que además lo poco que hacen no lo saben hacer bien. Son buenos para la camorra, la manipulación política y la propaganda, pero muy malos para las labores de buen Gobierno. Y al leer esta última línea seguramente dirán ¿y eso qué es?

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