El 12 de marzo pasado, el secretario de Marina, Almirante José Rafael Ojeda Durán, se comunicó con el coordinador del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal Ávila, para informarle que dos marinos asignados como escoltas al senador morenista José Narro Céspedes —vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta— se hallaban desaparecidos desde el 6 de marzo de este año.

Según reportes consultados por el columnista, el Almirante Ojeda informó que había intentado comunicarse en vano con Narro Céspedes para obtener información sobre los elementos desaparecidos. De acuerdo con los mismos reportes, Monreal, a través de mensajes de texto, buscó a Narro durante tres días. No hubo respuesta hasta el día 15.

En esa fecha, el también senador por Zacatecas respondió que, efectivamente, los escoltas se habían presentado ante él, pero que en ese mismo instante había prescindido de sus servicios.

Ayer, sin embargo, durante una conferencia de prensa, Narro Céspedes aseguró que nunca solicitó a los escoltas, dijo que quienes lo conocen en el Senado “saben que nunca ando con guardias” y agregó que “esos marinos nunca estuvieron bajo mi responsabilidad”.

En un escrito enviado por el senador el 30 de mayo pasado a la fiscalía de investigación y persecución de los delitos en materia de desaparición forzada de personas —el cual forma parte de las carpetas de investigación abiertas por la desaparición de los marinos Óscar Manuel González Andrade y Victoriano Rodríguez Zurita—, Narro relató, sin embargo, algo muy distinto.

Afirmó que sí anda escoltado y que es el militar en retiro Amadeo Aguilar Corpus quien se encarga de su seguridad personal.

Admitió, también, que el 2 de marzo de 2022, solicitó a la alcaldesa de Acapulco “una colaboración”, “con la petición de que en caso de que no hubiese ningún inconveniente me fuese asignado personal de seguridad pública que estuviese a su cargo, para que fungieran como escoltas para mi resguardo personal en un periodo de tiempo entre el 03 y el 06 de marzo de 2022”.

En ese mismo escrito, Narro asentó que el día sábado 5 de marzo de 2022 por la tarde “al lugar en que me encontraba (Restaurante ‘Cambalache Oasis Coyoacán’) llegaron dos elementos acompañados por una tercera persona a ponerse a mi disposición” y declaró que había despedido a los escoltas “por considerar que las actividades para las que había pensado que me serian de utilidad habían concluido, les hice saber que ya no era necesario su apoyo”.

Ese escrito fue dirigido por Narro a la ministerio público Fátima Zuppa Rubio el 30 de mayo de 2022.

El secretario de seguridad pública de Acapulco, capitán de Marina Maximiliano Serrano Pérez, confirmó en un escrito enviado a sus superiores el 11 de marzo de este año, que la alcaldesa de Acapulco le llamó el viernes 3 a las 22:00 horas para pedirle que le enviara dos elementos de seguridad al senador, “en virtud de que el citado funcionario se los había solicitado para que lo resguardaran”.

Serrano Pérez informó que había enviado a los dos marinos, que Narro les asignó una camioneta Audi modelo 2018, y que ellos dejaron de reportarse con él a partir del domingo 6 de marzo a las 20:00 horas.

El secretario, que misteriosamente presentó su renuncia hace unos días, sostuvo que al no tener información sobres sus hombres, le llamó a Narro Céspedes el lunes por la tarde: el legislador morenista le contestó que “la noche del domingo les había dado la instrucción que a su consideración descansaran y viajaran el lunes temprano” de regreso a Acapulco.

Como relaté en la entrega de ayer, la alcaldesa de Acapulco negó haber enviado a los marinos con Narro. “Yo no sé nada, nada más eso les digo”.

El paradero de los marinos se desconoce desde hace al menos cinco meses. Sus familiares no han recibido explicación alguna.

Ayer, como reacción a lo publicado en esta columna, Narro Céspedes aseveró que “esos marinos nunca estuvieron bajo mi responsabilidad”, acusó una guerra sucia para impedir “que nosotros lleguemos a la mesa directiva” y repitió “los principios del proyecto”: “No robar, no traicionar y no mentir”.

Un reportero le preguntó de manera directa: “¿Solicitó o no a la alcaldesa dos elementos de custodia para su seguridad?”. Narro Céspedes respondió: “No. No los solicité”.

En una entrevista, el legislador había admitido que durante los comicios de 2021 viajó a Acapulco para apoyar a Abelina López “para que ganara ese proceso electoral”. La recompensa del senador, según fuentes de Morena, fueron puestos dentro del Ayuntamiento.

Bajo esa relación de complicidad política solicitó dos escoltas armados cuyo paradero se desconoce. Hoy, él y la alcaldesa se limitan a negarlo todo. Aunque ahí están los documentos.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *