El pasado lunes 23 de mayo fue atacada por un compañero de trabajo, quien tomó un cúter y le dijo que le quitaría lo bonita, aunque finalmente la hirió en los brazos, mientras la respuesta de los superiores fue que ahí no había pasado nada.
Con el pretexto de que estaba encima ya el proceso para renovar la gubernatura de Hidalgo, le pidieron no hacer ruido para no perjudicar el resultado, aunque era sabido que perderían y lo que querían tapar eran sus intereses políticos.
Hasta el cierre de esta columna, Diego Arturo Domínguez Fernández continúa como si nada en su cargo de jefe de oficina A dentro de la Secretaría de Gobierno del estado de Hidalgo, cobijado por el subsecretario Gerardo Reyes Monzalvo.
La agredida, quien funge como directora de Participación Ciudadana y responde al nombre de Itzel Gallardo Vital, enfrentó varias semanas de acoso, luego la agresión relatada y finalmente dos meses de presión para desdecirse.
Actualmente denuncia delito de género y violencia institucional, luego que sus superiores prefirieron encubrir el ataque, le insistieron que se retractara de la acusación contra su compañero y no conformes la cambiaron de área.
En contraposición, Itzel fue acusada de inventar el ataque, luego de robarse un maquillaje y una tarjeta de puntos, que posteriormente aparecieron, y así sucesivamente en una cadena de dislates donde se acorralaron solos.
Hasta ahora no han podido despedirla porque el procedimiento administrativo que le realizaron está mal integrado y existe la sospecha que su cambio de adscripción tiene que ver también con el proceso de entrega-recepción.
En el escándalo que se vive en la subsecretaría de Desarrollo Político del gobierno del estado está también involucrado Carlos Padilla Contreras, quien no levantó el acta administrativa correspondiente, que va de encubrimiento a complicidad.
La duda es por qué tanta protección a un empleado menor que es señalado de agredir a una compañera en su propia oficina con un arma punzocortante, luego de haberla acosado con mensajes escritos donde exaltaba su físico.
Pues, la entonces pareja sentimental del presunto agresor fue administrativa del otrora director de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales del ISSSTE, Jorge Erick Pérez, quien reclutó a Diego Arturo para tapar desvíos.
Este funcionario fue después subsecretario de Desarrollo Político, pero el año pasado dejó el cargo a Reyes Monzalvo para migrar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y dejó muy recomendado al presunto agresor.
Por cierto, a partir de la denuncia que Itzel interpuso ante la PGJEH un juez dictó como medida cautelar contra Diego Arturo una distancia de cuatro metros, pero se incumplió y mejor la cambiaron, a ella, al Centro de Justicia para Mujeres.
TRIANGULACIONES
En toda esta maraña, ocurrida en un momento donde tristemente se promueven las agresiones físicas contra las mujeres a nivel nacional, el beneficiado es Diego Arturo Domínguez Fernández, ya que Gerardo Reyes Monzalvo no quiere que se dé a conocer todo este lío, pues implica revelar el contubernio que sostiene a la fecha con Jorge Erick Pérez, como “comisionarle” a partir de las campañas políticas a la funcionaria Aracely Bautista Martínez, para que desde el tricolor le reporte a la subsecretaría de Desarrollo Político toda la información electoral y poder alardear que es el “tarjetero” más rápido de todo palacio de gobierno.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo