El sol caía a plomo, y por ello, él optó por tomar asiento en las butacas azules de la parte techada del Estadio Domingo Santana, mientras observaba a otros jóvenes peloteros demostrar su potencial sobre el diamante. 

Con una mochila verde de los Atléticos de Oakland y una vestimenta totalmente blanca, Ángel Alcocer aguardó por varios minutos la oportunidad de mostrar sus cualidades desde la receptoría ante la mirada de varias personalidades de Bravos de León, como el manager Luis Mauricio Suárez o la del gerente deportivo Grimaldo Martínez. 

“Desde las siete de la mañana llegué acá. Al inicio no había nadie y cuando me pidieron registrarme era el único que estaba aquí. Ya después fueron llegando más chavos de mi edad”, expresó Ángel de 18 años de edad. 

La herencia beisbolera

La pasión por la pelota de 108 costuras siempre ha estado en la vida de Ángel, pues en su seno familiar, siempre existió esa peculiaridad. 

“Desde los nueve años que juego y todo es gracias a mi familia, pues mi papá y mi abuelito jugaron amateur por varios años”. 

Él es originario de Dolores Hidalgo y ha pasado por varias academias beisboleras, como la del ex primera base Horacio Valenzuela en el municipio de San Felipe. 

“He estado ya como en dos academias y he sido constante en cada una de ellas. Actualmente estoy con Horacio, quien precisamente jugó aquí en León y él me invitó a probarme hoy”. 

La pasión por el béisbol

En cada swing, señas y lanzamientos desde el plato, este joven toletero guarda una pasión muy emocional por un deporte con el que siempre ha simpatizado. 

“Me siento muy contento cada que juego porque siempre es lo que más me ha gustado. Cada partido me entrego al 100% por esa enorme pasión que siento”. 

Es tanto el sentimiento por el apodado “rey de los deportes” que sus ídolos han pasado por la liga más famosa del mundo: la de Estados Unidos, mejor conocida como Major League Baseball (MLB). 

“Admiro mucho a Julio Urías porque es mexicano y ha llegado hasta Grandes Ligas. Un poco más personal por mi afición a los Yankees es mi gusto por cómo jugaba Derek Jeter”. 

Actualmente, Urías juega con los Dodgers y ya ganó una Serie Mundial; mientras que Jeter se retiró en 2014 con cinco anillos del también llamado Clásico de Otoño. 

El deseo de demostrarse

Mientras Eddie Castro impulsaba a los jóvenes con gritos de “no pares” y “métele duro” en sus carreras sobre el campo para medir la velocidad de cada uno de ellos, Ángel expresó cómo él maneja sus nervios en este tipo de pruebas. 

“Los nervios siempre están, pero debes mentalizarte en que estás tú sólo para que no te afecten aquellas personas que te están viendo y pueden criticarte. Sólo tienes que enfocarte en tu objetivo y en nadie más”. 

Expresó su deseo de mostrar el potencial que guarda en sus spikes y en el bate que siempre lleva consigo a todos lados. 

“Si se da la oportunidad de que me llamen los Bravos de León, pondré todas las ganas del mundo para ganarme un puesto. He sido muy constante y trabajaré muy duro”. 

Un sueño por cumplir

Aunque en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) espera poder vestir los colores de los Diablos Rojos del México, el más grande sueño de Ángel Alcocer es: 

“Jugar en Grandes Ligas. No me importa en qué equipo, mientras llegue allá, me quedaré satisfecho de haber cumplido mi sueño”. 

Con varias ilusiones, así se encuentra en el Bajío este joven receptor de 18 años de edad, quien sólo es uno de los cientos de jóvenes que se reúnen en este tipo de visorias para alcanzar el sueño de ser beisbolistas profesionales.

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