En la obra de rehabilitación del puente de la calle 5 de Mayo se colocó un letrero que solicita ayudantes generales

Guanajuato.- No solo la industria del calzado, también el sector de la construcción batalla para encontrar empleados, pues durante la pandemia muchos “maistros” colgaron la pala y la cuchara para dedicarse a otra actividad.

El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) delegación Guanajuato, Enrique Aranda Anaya, dijo que esperan un buen cierre de año, sobre todo después de que el Gobierno del Estado y el Municipio anunciaron obras públicas por tres mil 600 millones de pesos. Pero ahora el reto es encontrar empleados.

Estamos teniendo problemas para la contratación de gente porque mucha de la gente especializada en la industria de la construcción o se cambió de giro o se fue a la informalidad o decidieron quedarse con los apoyos que les está otorgando el Gobierno federal, que están recibiendo tanto adultos como jóvenes, y de plano ya no quieren chambear”, comentó.

Señaló que han batallado para encontrar albañiles principalmente y manifestó que aunque el sector ha tenido una recuperación gradual, muchos trabajadores no quieren ser ”maistros” ni “media cuchara”.

Explicó que han tenido que emplear albañiles de otros municipios y estados porque en León “los salarios están bastante altos”.

Un “maistro” gana en promedio tres mil 600 pesos a la semana, en tanto que el “media cuchara” o ayudante gana mil 800 a la semana, “por lo que es necesario traer gente de otros municipios o comunidades rurales”.

Han aumentado los salarios, los precios de los productos, y los presupuestos que se hacen en las obras no han aumentado en el mismo porcentaje, lo que mete mucha presión al valor agregado de la cadena”, subrayó.

 

Solicitan ayudantes 

Actualmente el puente de la calle 5 de Mayo está en rehabilitación y los contratistas de la obra han tenido que colocar letreros de “se solicitan ayudantes”.

Hay poca mano de obra y bien hecha, pues en la Placita de las Vigas hay gente desempleada, pero quieren ganar más que un ingeniero a la semana; por ello muchos prefieren dedicarse a otra cosa, sobre todo el comercio”, afirmó Ernesto Morales, contratista.

Albañiles de León han tenido que buscar otros horizontes. Uno de ellos es Carlos Mora, de la comunidad Loza de los Padres, quien dejó el duro trabajo de la industria de la construcción para dedicarse al pespunte de calzado.

Durante la pandemia hubo poco trabajo, la albañilería es un trabajo muy duro, mal pagado, además que están expuestos a lesiones por cargar objetos pesados, y en la mayoría de los casos no estás asegurado”, platicó Carlos.

Otro caso es el de Everardo Sánchez, quien dejó la “obra” y se puso a vender verduras en los tianguis.

Compré una camioneta y en un día puedo ganar lo que no ganaba en toda la semana. Otros compañeros se dedican a otra actividad menos grave”, señaló.

DSS

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