Ya van dos reuniones cupulares que realizan los albiazules, quienes, son ilustrados: El Gobernador y ex mandatarios estatales. No, para nada resultaría censurable que se congreguen a intercambiar juicios, visión, opiniones respecto a la realidad político social de nuestro estado y México en su conjunto.
Seguramente su diagnóstico es muy nítido, acertado y por ello sería saludable que a los neófitos nos dieran claridad.
Porque congregarse únicamente para tomar bocadillos, platicar sus anécdotas sociales o familiares y rumiar temas caseros, sería un desperdicio de tiempo a grado de tenerlos por ociosos.
Su evento de la índole que comentamos, tiene que ver con lo que acontece social, política y económicamente ahora en todo México. Si, como hasta ahora, esos personajes se tornan egocéntricos, pierden la oportunidad de dar luz en donde hay nebulosas sociales y políticas.
Sí, es entendible que no constituyen un supra organismo, de hecho y menos por derecho, de su partido, empero si cursaron una tarea tan importante, como haber sido gobernadores, obligados están, so pena de pecar de omisos, a orientar a su partido, a su militancia y a la ciudadanía en general.
¿Cómo ven, esos ex mandatarios al México actual? En la directriz desde Palacio Nacional. ¿Hacia dónde, ideológicamente, el Presidente AMLO empuja al País?
Si no advierten que algún peligro extremista nos amenaza, que lo manifiesten, o si deducen que nos empujan al despeñadero ideológico y social por la vía de extrema izquierda, que no lo callen.
Su silencio, luego que se reúnen, puede ser una omisión cómplice, por aquello de quien calla otorga.
No es posible que los exgobernadores panistas se congreguen para darle directrices al mandatario local en turno, pero tampoco a ponderar lo que cada uno cree que logró en su ejercicio y menos aún a realizar un examen de conciencia a efecto de que afloren sus deficiencias, una de ellas, entre muchas otras, que León sea, hasta el día de hoy, la ciudad con mayor número de pobres. Y, entendámoslo bien: sin un plan concreto, todavía, para superar semejante laceración social.
La pregunta va a seguir en pie por un buen tiempo: ¿qué dicen, planean, proyectan o piensan los exgobernadores de Guanajuato cuando se congregan?
Si tuvieron y tienen visión de estado y de la entidad, estarán en condiciones de decirnos los motivos ciertos, demostrables, sociales, económicos, estructurales por los que no implementaron el desarrollo de zonas que hoy siguen marginadas del progreso. Municipios en donde no hay trabajo; existen industrias concentradas en polos distantes, la agricultura perdida en el tradicionalismo que no da más que, si acaso, para el sustento familiar. La educación que, a pesar de las cifras oficiales, es remisa frente a los avances de las instituciones particulares que, quiérase que no, crean especie de elitismo social.
Entendemos que los ex no van a cometer la imprudencia de darle a su partido una visión o directriz a nivel nacional; eso resultaría una temeridad. Empero, con fineza y formas adecuadas, prudentes pero fundamentadas, podrían opinar que su líder, Marko Cortés, deje de lado el protagonismo personal, con el que se ha engolosinado ya durante mucho tiempo. Él anuncia y se ufana en los mensajes de radio y televisión; su triunfalismo es vacío, no exhortativo. A sus militantes no les dice nada y menos a los ciudadanos en general. Conduce el partido como ente personal, tal cual se advierte en la promoción para las ya próximas candidaturas en el Estado de México. Hace creer que la alianza PRI-PAN-PRD, va cuando el desgajamiento de la misma está a la vista.
Una opinión de los exgobernadores guanajuatenses al respecto, es claro que podría traerles consecuencias graves, por el celo que en la política se tiene respecto a cuidar los órganos de dirección; pero siendo inteligentes, hábiles, astutos, estos ex pueden buscar la forma de sugerir la mayor fortaleza de su partido, orientando o sugiriendo a quien lo encabeza ahora que salga de su ego y se sumerja en lo que es institucional.
Si los ex mandatarios panistas de Guanajuato se reúnen para tener una visión clara, del pasado y presente político, económico y social, es avance, resulta sano, provechoso para la política si convidan sus criterios, pero si se congregan únicamente a rumiar la supuesta o real grandeza de cada uno, están, políticamente hablando, perdidos.
Y, es pertinente concluir, que los ex de los otros partidos, ni huella dejaron o manifiestan de su paso por el poder. Al menos hasta ahora.
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