HAY QUIENES se preguntan hasta cuándo Alejandro Gertz Manero dejará de utilizar la FGR para sus fines personales. A nadie se le olvida cómo el fiscal torció el debido proceso sólo por llevar a cabo una venganza personal en contra de su ex cuñada.

AQUEL CASO fue paradigmático, no sólo porque se exhibió el abuso de poder del titular de la FGR, sino porque ninguna autoridad hizo nada por detenerlo. El presidente de la República hasta se hizo cómplice al decir que Gertz Manero no había cometido ¡delitos graves!

AL PROCESO contra la familia de su hermano se sumaron, por ejemplo, los atropellos contra científicos del Conacyt y ahora la intención de embarrar a Omar García Harfuch en la supuesta trama de la masacre de los normalistas de Ayotzinapa.

PARA NADIE es secreto que el actual titular de la policía de la Ciudad de México es uno de los más fuertes contendientes para sustituir al propio Gertz Manero al frente de la FGR. De ahí que hasta en la propia Fiscalía dicen que el querer involucrar a García Harfuch en la invención de la “verdad histórica”, es una manera del fiscal de ponerle piedritas y piedrotas en el camino.

MIENTRAS en México sigue sin saberse qué dirá Andrés Manuel López Obrador sobre el T-MEC, en su tan anunciado mensaje del 16 de septiembre, en Washington ya empiezan a tomar providencias. El Departamento de Estado prepara una sorpresiva visita de Antony Blinken.

POR AHORA se supone que es “top secret”, pero el canciller norteamericano llegaría por ahí del 12 de septiembre, justo unos días antes de la prometida bravata presidencial frente al pueblo sabio contra los reclamos comerciales de Estados Unidos y Canadá.

SE DA por sentado que Blinken tratará con el presidente López Obrador el delicado tema de las violaciones mexicanas al T-MEC, en el sector energético. Además, curiosamente, el funcionario norteamericano también visitará la ciudad de Monterrey, fundamental para tomarle el pulso a los empresarios.

A LO MEJOR Blinken viene, justamente, a asegurarse de que AMLO no salga con alguna barbaridad, como la de querer romper el tratado de libre comercio.

¡AY, OJÓN! En lugar de poner a Claudia Sheinbaum, a Marcelo Ebrard y a Adán Augusto López debajo del “ojo de Dios”, a los tres tapados presidenciales habría que ponerlos bajo el ojo de la fiscalización electoral del INE. ¡Ah, cómo están gastando dinero en su larguísima precampaña! Por lo pronto, más de uno se pregunta de dónde saldrá el dinero para que la jefa de Gobierno integre a su equipo a Antoni Gutiérrez-Rubí, quien fuera estratega del ahora presidente colombiano, Gustavo Petro. Ni modo de pensar que la morenista usará el dinero de todos los capitalinos para su promoción personal, pues esas cosas ya no pasan en México. ¿O sí?

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