No aparecieron los 43 de Ayotzinapa. De hecho, en el sexenio han desaparecido 35 mil más. Se inauguró una refinería que no refina. Se dijo que costaría 8 mil millones de dólares, pero ya va en 20 mil. Se inauguró un miniaeropuerto del que no quiere volar nadie. Ni el presidente lo ha utilizado. 

El tren maya ya costó 50% más. Dijo que no se iba a talar un solo árbol, y se taló una selva. La gasolina no cuesta 10 pesos, como prometió. El precio de la tortilla está en su máximo histórico, la inflación no había estado tan alta desde hace 23 años y el aumento en los precios de los alimentos es todavía peor. No hay menos pobres. Los feminicidios rompieron récord, los asesinatos de periodistas rompieron récord, las ejecuciones rompieron récord. El PIB está 1.7% debajo de donde lo tomó en 2018. El PIB per cápita, peor: 5% abajo. La deuda ha subido 28%. En los últimos seis meses, la inversión extranjera directa cayó 13%: huyeron del país 10 mil millones de dólares. 

También huyeron del país muchos ciudadanos mexicanos: la migración está de nuevo repuntando y el 40% de las detenciones en la frontera son de mexicanos, algo que llevaba años sin suceder. Por eso las remesas baten sus marcas mes a mes. Se dobló ante Trump y boicoteó a Biden por defender a los dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Está peleándose con Estados Unidos con tal de poner la industria eléctrica en manos de Bartlett. Prometió que la Guardia Nacional sería civil: ya presentó una iniciativa de ley para que sea parte del Ejército y además pueda rentarse a privados. O sea, está privatizando la Guardia Nacional. 

Creó una empresa para defender el litio mexicano. Nombró como su director al hijo de un funcionario que tiene estudios en Harvard, donde según dice, “aprenden a robar”. Fundó el Banco del Bienestar y es un cascarón que no funciona. Fundó Segalmex y se volvió un nido de corrupción. Prometió el sistema de salud de Dinamarca y nos está dando el de Haití. Birmex no resolvió el desabasto de medicamentos. El Insabi dejó a 15 millones de personas sin servicios de salud y ahora lo está teniendo que absorber el IMSS. Los niños con cáncer llevan cuatro años sin tratamientos. Y manejó tan mal la pandemia que murieron 700 mil personas. Desaparecieron las estancias infantiles. 

Se cayó la Línea 12 del Metro y prometió rehabilitarla en 6 meses: ya va más de un año. Su hermano Pío apareció en un video recibiendo dinero clandestinamente y diciendo que era para Andrés Manuel. Su hermano Martín apareció en un video recibiendo dinero clandestinamente y diciendo que era para Andrés Manuel. Su secretario particular, Alejandro Esquer, apareció en un video depositando dinero en una operación carrusel para no ser detectado por los bancos. Pío ya lo citó a declarar. 

La lujosa “casa gris” en la que vivía su hijo en Houston es propiedad de un alto ejecutivo de una empresa contratista del gobierno. A esa empresa le multiplicaron los contratos en el sexenio y le triplicaron el ritmo de los pagos este año. Creó el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y terminaron robando ahí. Bueno, ni siquiera ha podido vender un avión.

El discurso oficial del 4º Informe ayer por la tarde fue devastadoramente aburrido. Mostró a un presidente aletargado, vuelto un eficaz somnífero, recitando sin ganas un listado tedioso de cifras que intimidaría a cualquier tecnócrata. Así que me pareció más real hacer un recuento de lo que el presidente olvidó mencionar.

 

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