EL SILENCIO del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, resulta ensordecedor, pues, ante el asedio verbal desde Palacio Nacional, el Ministro hace como que no escuchó nada.

PRIMERO, el presidente Andrés Manuel López Obrador se arrepintió públicamente de los cuatro ministros que propuso para integrar el pleno, como el superior que se lamenta por el mal desempeño de un subordinado.

Y LUEGO, el precandidato al gobierno de Coahuila, que en sus ratos libres funge como subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, señaló por nombre a 16 jueces cuyas sentencias no se ajustaron a los deseos del Ministerio Público.

VINIENDO de quien vienen, esos ataques al Poder Judicial representan una amenaza a la división de poderes y a la democracia.

CUANDO hay que promover bebidas de proteína, Zaldívar aprovecha su conspicua presencia en TikTok, y cuando hay que darle vuelo en Twitter a las felicitaciones por su cumpleaños, el abogado de la Libre de Derecho no suelta su teléfono inteligente.

PERO CUANDO hay que defender a sus colegas de la Corte y la independencia del Poder que representa, el ministro brilla por su ausencia.

CUENTAN que en el PAN, que encabeza Marko Cortés, quieren bajar a Enrique Vargas de la precandidatura de la alianza con el PRI y el PRD para la gubernatura del Edomex, pero se les está dificultando, pues sale bien posicionado en las encuestas a pesar de sus recientes escándalos.

DICEN que lo mínimo que aceptaría sería ser el candidato a la alcaldía de Toluca bajo la premisa de que, como legislador local, ha tenido residencia en esa ciudad, y que otra opción sería asegurarle desde ahora que encabezaría la fórmula para el Senado por esa entidad en el 2024.

PERO ESO no es todo, pues dicen que el ex alcalde de Huixquilucan también estaría pidiendo una “compensación” económica, pues su preprecampaña no se hizo sola y tiene que responderles a sus “inversionistas”.

AHORA SÍ que puede ser que en el PAN tengan razones de peso para convencerlo, pero falta ver cómo solucionar las de pesos.

UNA DUDA surgió ahora que se sabe que el flamante director de la paraestatal LitioMx, Pablo Taddei, no sólo es hijo del superdelegado del gobierno federal en Sonora sino que forma parte de una amplia red familiar de al menos diez personas que trabajan en diferentes áreas en los tres poderes en esa entidad.

¿SERÁ que la familia Taddei es de Sonora o que Sonora es de la familia Taddei? Es pregunta que aunque digan que no son iguales… acaban siendo lo mismo.

 

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