HAY QUIENES se preguntan si Ricardo Monreal acaba de sepultar sus posibilidades de ser candidato presidencial de una alianza opositora. Y todo porque, a la mera hora, no cumplió el acuerdo que tenía con PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
SEGÚN se ha podido reconstruir, Monreal tenía desde hace varias semanas un acuerdo con la oposición para quitarle a Morena la presidencia del Senado. Y para eso, la Mesa Directiva sería encabezada ¡por él mismo!, mediante el voto de una parte de los morenistas, de la mano de priistas, panistas, perredistas y naranjas.
EL OBJETIVO, obviamente, era desafiar directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador, que no ha disimulado su desprecio por Monreal últimamente. El plantón de los funcionarios de su gobierno a la reunión de senadores de Morena fue visto como la confirmación de esta ruptura.
PERO algo pasó que Ricardo Monreal metió reversa y mandó por delante a Alejandro Armenta. Por eso fue el rechazo de la oposición y por eso le hicieron cardiaca la ratificación: porque el acuerdo era que el zacatecano presidiera el Senado. A ver si el morenista no se queda como el perro de las dos tortas presidenciales, que al final no se comió ninguna.
POR CIERTO, como que ya va siendo hora que la senadora Claudia Balderas responda por su problemático comportamiento. Hace apenas unos días se ausentó de la votación para elegir a la Mesa Directiva y resulta que sí estaba en el Senado, pero al parecer no en muy buenas condiciones.
HAN CIRCULADO profusamente videos de la legisladora morenista, en los que se ve empujar y tirar al suelo a una mujer que la acompañaba y que estaba en estado etílico. Y hay otro en el que se ve a la veracruzana ¡patear a la persona en el suelo!
LA VERSIÓN de Balderas es que lo que se vio “no me representa como persona”. Ajá. Y asegura que está en “tratamiento médico”, pero no dice qué tiene que ver eso con la violencia que ejerció. Y por último, supuestamente se disculpa diciendo que, bajo presión, “reaccionamos de forma inesperada”. Así que más vale que le crean, si no quieren que los agarre a patadas.
HOY todos los ojos deberán estar sobre la sesión de la Suprema Corte, pues lo que está en juego es mucho más que una resolución judicial: la discusión sobre la prisión preventiva es histórica pues nunca antes el Poder Judicial ha determinado anular un fragmento de la Constitución que urge ser eliminado.
PERO, sobre todo, las y los ministros se juegan la dignidad y la posibilidad de seguir siendo contrapeso al Ejecutivo, luego de la grosera intromisión de AMLO diciendo que “sus” nominados a la Corte no se han comportado como él quisiera.
AL GOBIERNO le preocupa que se elimine la prisión preventiva oficiosa, porque eso evidenciaría el fracaso de su política de seguridad y de la Fiscalía. Ante la falta de investigaciones sólidas, evidencias científicas y peritajes especializados, la 4T se aferra a aquello de: ¡Enciérrenlos en caliente!