Las escuelas han abierto sus puertas para recibir al alumnado. Me dio emoción volver a ver a chicas y chicos con sus uniformes y mochilas, hacía mucho que no se veían por las calles. Todas las caritas estaban sonrientes y emocionadas.
Muchos directores tuvieron que hacer malabares para acondicionar sus escuelas, algunas de estas vandalizadas y sin servicios. Por su parte, madres y padres de familia tuvieron que comprar uniformes nuevos, pues ya los infantes habían cambiado de talla. Con el gasto para útiles escolares, se terminaron de mermar los bolsillos de los progenitores.
Ahora bien, el estudiantado está listo para adquirir conocimientos y aprender, ¿pero qué es lo que se enseñará en las aulas? Se han escuchado quejas y críticas sobre los planes de estudio de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) de este sexenio. Tengo algunos años impartiendo diversos talleres en escuelas públicas (primarias y secundarias) de Guanajuato y conozco varias ubicadas en zonas apartadas y de difícil acceso. Ahí, la mayoría de los estudiantes nunca ha ido al centro de la ciudad, ni a un cine, ni a los eventos citadinos que para la urbe son comunes. Esperan con ansia las celebraciones de su comunidad que son pocas, se entretienen con juegos de futbol o fiestas locales y platican en las calles con quien se encuentran. La educación básica de los libros de la NEM que alcancé a revisar se concentra en las necesidades de estas comunidades y su forma de vivir.
Un chico que ayudaba a su mamá a vender dulces que ella preparaba para subsistir sabía perfectamente contar las monedas que recibía y cuántas dar de cambio. Esos conocimientos eran importantes para él. El cuaderno Desafíos Matemáticos de cuarto grado consta de ejercicios prácticos, tales como: “El sábado don Gustavo vendió 15 ramos de rosas con 12 rosas cada uno ¿Cuántas rosas vendió?”. Estos ejercicios se resuelven en equipo con lo cual todos deben aprender a resolver los problemas y a apoyarse mutuamente eliminando el individualismo competitivo. La finalidad como se indica en los cuadernos de trabajo es: “que todos los alumnos aprendan sin importar su origen, su condición personal, económica o social en la que se promueva una formación centrada en la dignidad humana, la solidaridad, el amor a la patria, el respeto y cuidado de la salud y al medio ambiente”.
El libro de Lecturas de tercer grado incluye cuentos cortos y poesías que invitan a disfrutar textos, tales como: “De cómo aprendí a leer”, de Sor Juana Inés de la Cruz; “La casa de José Aureliano Buendía”, de García Márquez; y “El gigante egoísta”, de Oscar Wilde.
Otro libro habla de la importancia de organizarse, participar, investigar, respetar y proponer para solucionar un problema de la comunidad. Estos conocimientos pueden ser útiles para mejorar. Sin embargo, el libro de Lengua Materna de tercer grado, es confuso e intrascendente.
Es conveniente profundizar en las nuevas propuestas de educación básica para interpretar mejor sus alcances.
LALC