México.- A Paolita Suárez, de Las Perdidas, no le pareció que calificaran al Coecillo, donde nació y creció, como un ‘barrio de mala muerte’ y lo defendió durante una transmisión en vivo.
La youtuber leonesa Paolita Suárez comparte su día a día a través de su canal, y en una visita a su barrio reaccionó cuando calificaron al lugar donde pasó su infancia como una zona ‘de mala muerte’.
En uno de sus más recientes videos en YouTube, la integrante de Las Perdidas contó que iría a casa de una de sus amigas para que le aplicara un tinte en el cabello, pero durante la transmisión un internauta le hizo una pregunta que no le gustó.
¿No te da miedo que te roben tu auto, los retrovisores, en ese barrio de mala muerte?”, la cuestionó un hombre.
Tras dar lectura al mensaje, Paolita defendió su barrio, y además dio un ‘tour’ por el lugar.
“Pues no sé de dónde seas tú mi amor… Yo aquí me crié, si es un barrio de mala muerte, a mí me gusta juntarme aquí, mi abuelita vivía aquí a la vuelta”, contestó.
La empresaria aseguró que se siente más segura en El Coecillo, que en otro lugar, pues ahí es donde creció, al igual que sus compañeras de Las Perdidas.
“Cómo es la gente de mierda… en vez de robarnos nos cuidamos. Ay, mañana yo bien asaltada”, dijo mientras soltó una carcajada.
“Qué mal comentario, la verdad”, agregó.
Paolita, al igual que las demás Perdidas, nunca han ocultado su pasado.
“Yo nunca me voy a olvidar de dónde vengo comadres, si yo aquí crecí en El Coecillo, en La Candelaria, Kimberly también y Wendy también, todas somos de aquí”.
Yo nunca me voy a avergonzar de donde vengo, a mí me encanta estar caminando por estas calles, pinches mamonas”, expresó.
La celebridad guanajuatense señaló que en todos los lugares, incluso en los ‘más nice’ como París, hay zonas feas y peligrosas.
“En todo los lugares hay lugares que están bien feos, así que no empiecen, en todos los lugares asaltan, en todos los lugares todos corremos peligro”, dijo.
Paolita incluso le hizo propaganda a un taquero que tiene vendiendo en la zona más de 30 años, y durante su recorrido también mostró la casa de su abuelita, e invitó unas caguamas, refrescos y agua a gente de su barrio que se acercó a platicar con ella.
“Créanme que yo me siento más segura de estar aquí, a estar en otro lugar”, dijo.
LCCR