Cuando la sinceridad lastima

Si tu sinceridad llega a los demás como un tornado de maltrato, mejor detente, no tienes ningún derecho a opinar donde nadie lo solicito, porque podrías estar ocasionando esto sin darte cuenta, hasta bajar la autoestima de las personas, porque cada día todos peleamos una BATALLA en silencio.

Cuando nuestra opinión es capaz de desmotivar a alguien, que con todas sus fuerzas o quizá sin ellas, está tratando de levantarse, mejor guárdate tus opiniones, tú no eres esa persona y no sabes si está haciendo lo mejor que puede, para que llegues a desalentarla, ¿qué te sientes y con qué derecho?

Necesitamos ver la parte humana, donde no anulamos ni los sentimientos ni las emociones de otros, porque muchas veces al dar tu consejo sale tu soberbia y tu vanidad, no se trata de sentirte bien contigo mismo, si puedes ayudar mejor se humilde, sino retírate, ya que no podemos desvalorizar a las personas.

Tu crítica constructiva en realidad puede disminuir la existencia de una persona, porque cualquier verdad debe llevar empatía y amor.

Si no lo tienes o no cuentas con ello, no seas entrometido y mantente en silencio, si lo que vas a decir no es mejor que el silencio, por favor guarda tu distancia porqué insisto, nadie te pidió retroalimentación, aprende a escuchar.

Si tú estás en el lugar de la víctima, aprende a perdonar rápido, ya que la vida se pasa volando, recuerda que el perdón es para ti y por ti y olvida rápido que la vida pasa volando, como para vivir sufriendo.

No dejes que los valores se pierdan, solo porque el no tenerlos es moda, yo insisto la educación nunca pasará de moda, porque todos merecemos ser tratados como las personas grandiosas que Dios creo.

Solo aprende a amar al prójimo como es, no pretendas que haga lo que tu harías, el respeto a ti mismo y al otro te lleva a la mejor versión de ti mismo.