Les platico que me gustó mucho el artículo de Francisco Martín Moreno, del 23 de agosto, intitulado “Buenas tardes”. Coincido ampliamente con lo que expuso en su escrito.
Brevemente, el autor narra haber platicado con el joven que limpiaba los baños de un elegante restaurante y este se quejó de lo que ganaba, increpando a Martín Moreno que él se gastaría en una comida lo que percibía en un mes por el miserable trabajo que hacía. Al no tener estudios, era lo único que podía hacer para mantener a su familia, lo cual le producía mucha frustración. El escritor le recomienda estudiar algo que le guste por internet a través de su celular.
Después de unos meses se vuelven a encontrar y el joven ya estaba próximo a renunciar por un trabajo mejor para el cual se capacitó en línea.
Y aquí es donde coincido con el columnista; lo que necesitamos para la superación y crecimiento personal es educación y motivación, pero más que nada necesitamos un empujón.
Principalmente debería ser el Presidente de la República quien empuje al pueblo al esfuerzo y ambición para tener un mejor nivel de vida y no conformarse con dádivas. Por desgracia el Presidente critica a los “aspiracionistas” y no ve bien a quien quiera tener más de un par de zapatos.
Si el Presidente no hace esa labor, la sociedad misma tendremos que ocuparnos de ello. En México contamos con grandes fundaciones, como la de Carlos Slim, que tiene un área específica de capacitación para el empleo, donde se ofrecen talleres gratuitos en línea de oficios y ocupaciones técnico operativas para contribuir al desarrollo de competencias productivas de las personas.
Se contribuye también a través de un programa de desarrollo humano, a la motivación y búsqueda constante de la propia superación y enriquecimiento del entorno en el que se desenvuelven.
En lo local tenemos en la ciudad de León a Fundación León, cuyo objeto social es el desarrollo comunitario, e imparte capacitación para el trabajo según las necesidades de las comunidades de los centros de desarrollo con los que cuentan. Entre los talleres están: carpintería, herrería, reparación de electrónicos, celulares y tabletas y corte y confección.
El hecho de que alguien crea en tus capacidades y te motive es muy importante para salir de esa zona cómoda de recibir dádivas de cualquier índole, y tener así la motivación de prepararte para el autoempleo o emplearte en una empresa.
En la asociación que colaboro como voluntaria, trabajamos con mujeres en situación de vulnerabilidad y quienes son motivadas a tener una autonomía económica, y se les capacita en cultoras de belleza y corte y confección.
Una chica que se graduó y logró poner su estética nos platicó que ella ya empezaba a ser prostituta de tercera generación porque era lo único que había visto en su casa. No sabía que podía encontrar otras oportunidades. Estoy convencida que con un empujón podemos cambiar la situación de muchas personas.
LALC