LA MASACRE de Aguas Blancas, en la que murieron 17 campesinos en Guerrero, le costó en 1995 la gubernatura al priísta Rubén Figueroa Alcocer, quien solicitó licencia definitiva al cargo.
EN LA MATANZA de Totolapan, ocurrida el miércoles en esa misma entidad, murieron 20 personas y muchos se preguntan si la gobernadora Evelyn Salgado tomará la misma decisión ante un hecho de violencia equiparable e incluso más grave.
¿O SERÁ que amparada en el mantra de Palacio Nacional que reza “no somos iguales” la morenista se quedará tan campante y demostrando menos dignidad política que su antecesor tricolor? Es pregunta para la historia.
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¿Y CÓMO va la política exterior de México? La pregunta viene al caso porque nomás no se entiende cuál es la posición del actual gobierno sobre la invasión de Rusia a Ucrania.
MIENTRAS la delegación mexicana en la ONU votó en favor de la resolución que condena la anexión hecha por el gobierno ruso de varias regiones ucranianas, de Palacio Nacional salen posturas ambiguas y hasta contradictorias.
PARA MUESTRA, ahí está la crítica que lanzó ayer Andrés Manuel López Obrador al envío de armas a Ucrania o el cuestionamiento que hizo al hecho de que su Presidente, Volodímir Zelensky, esté nominado al Premio Nobel de la Paz.
RECORDANDO a la fallecida actriz Carmen Salinas, como que va siendo hora de que alguien les diga: “Ay, mijitos, ya pónganse de acuerdo”.
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QUIENES ya andaban preocupados por la seguridad informática del Gobierno federal a raíz del hackeo a la Sedena pueden estar seguros de que, gracias a nuestros legisladores, las cosas pueden estar mucho, pero mucho peor.
PORQUE, si se llega a aprobar la propuesta que traen entre manos diputados y senadores de crear una Agencia Nacional de Ciberseguridad, lo más probable es que el Poder Ejecutivo se la encargue a las omnipresentes y rebasadísimas Fuerzas Armadas.
Y SI ALGO ha demostrado este gobierno, es que la mezcla de burocratización con militarización es la fórmula perfecta para el fracaso de cualquier proyecto.
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VAYA OSO se aventó ayer el titular del Sistema Público de Radiodifusión, Jenaro Villamil, al tuitear que Andrés Manuel López Obrador abrazó a Tatiana Clouthier cuando fue evidente que el Presidente evadió estrechar a su ahora ex colaboradora.
LO MÁS patético del asunto es que el funcionario que supuestamente se dedica a desenmascarar las supuestas “fake news” sea el primero en sembrar en redes sociales contenidos falsos.
QUEDA claro que, para quienes llevan la comunicación de este gobierno, es más importante ganar “la narrativa” que decir la verdad.