Un reporte enviado al área de inteligencia de la Sedena el 14 de mayo de 2019 bajo el número de asunto 2090514, y que forma parte del cuerpo de documentos hackeados por el colectivo Guacamaya, señala que el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, “estableció acuerdos” con el líder de Guerreros Unidos, Raymundo Isidro Castro Salgado, conocido como “El Ray”.
El acuerdo, según el documento, consistió en que “El Ray” podría operar con “absoluta impunidad” en Morelos a cambio de apoyar a Blanco “en su campaña proselitista” y de que “no ‘calentara la plaza’”.
“El Ray” es el mismo personaje con el que Cuauhtémoc Blanco apareció retratado a principios de este año en una polémica fotografía que obligó al presidente López Obrador a salir a darle al Gobernador un espaldarazo: “No está solo para enfrentar a los grupos de interés”, dijo AMLO.
“El Ray” fue detenido en Puebla precisamente el mes en que el reporte arriba citado llegó a inteligencia de la Sedena. Lo asesinaron dos meses más tarde durante un falso motín, orquestado en el penal de Atlacholoaya con el único fin de privarlo de la vida. Un grupo de reos fingió una pelea, fue por él y lo dejó salvajemente mutilado.
Antes de que esto ocurriera, inteligencia de la Sedena recibió el reporte señalado. Contenía información aportada de manera privada por otro de los jefes de Guerreros Unidos: Irvin Solano Vera, alias “El Profe”: otro de los personajes retratados al lado de Cuauhtémoc Blanco en las explosivas fotos dadas a conocer en enero de 2022.
Según el documento, “El Profe” entregó detalles de la masacre perpetrada en el restaurante Los Estanques el 13 de abril de 2019, en la que tres adultos y tres niños perdieron la vida. Dijo que el objetivo era “El Ray” y el autor del ataque un ex elemento de la Policía Municipal que llegó a convertirse en uno de los líderes de Los Rojos: Miguel Ángel Sosa Silva.
Sosa Silva fue ejecutado en agosto de ese año, a bordo de un auto y al lado de su pareja, en el municipio de Ayala.
El reporte señala también que, durante la detención de “El Ray” en la ciudad de Puebla, los agentes que lograron su captura se llevaron más de 10 millones de pesos en efectivo, así como “dos kg de joyas de oro y escrituras de inmuebles” que no volvieron a aparecer.
A través de ese documento, la Sedena fue enterada de que días después de la captura de “El Ray”, miembros de Guerreros Unidos se reunieron en el restaurante Garibaldi, de Cuautla, Morelos. Ahí recibieron una llamada de su jefe, quien les marcó desde la cárcel y les instruyó para que un compadre suyo, el ex presidente municipal de Yecapixtla, Refugio Amaro Luna, “Cuco”, quedara al frente de las actividades delictivas durante el tiempo en que él estuviera recluido.
Por esos días, “El Ray” había entregado 700 mil pesos a su abogado y no esperaba pasar más de tres meses en prisión.
Los asistentes a la reunión de Guerreros Unidos quedaron de reunirse días más tarde con “Cuco” y con la esposa de “El Ray”, para conocer la situación prevaleciente en el grupo criminal y hacer una “auditoría” que les permitiera conocer sus finanzas, así como su estado de fuerza.
Hace unas semanas, el 2 de septiembre de 2022, “Cuco” y otras tres personas fueron ejecutadas en Yecapixtla a pocos minutos de terminar un partido de futbol en el que habían participado. Desconocidos a bordo de dos vehículos los acribillaron en plena cancha.
El reporte, armado con la información aportada por “El Profe”, reveló que el líder de Los Rojos, Santiago Mazari Miranda, “El Carrete”, se encontraba escondido en la sierra de Guerrero bajo la protección de Onésimo Marquina, líder de Los Tlacos, y “de un sujeto referido como El Teniente”.
Tres meses más tarde el Ejército detuvo al Carrete precisamente en la Sierra de Guerrero (municipio de Leonardo Bravo), tras un enfrentamiento en el que murió acribillado Juan Castillo Gómez, “El Teniente”. “El Carrete” acaba de ser sentenciado a 20 años.
El reporte informaba, por último, que el tercer personaje retratado al lado de Cuauhtémoc Blanco en aquellas fotografías, Homero Figueroa Meza, no lleva el sobrenombre de “El Tripa”, “como lo refieren algunas mantas”. Su verdadero apodo es “El Simpson” y, según la información entregada por “El Profe”, se le ha considerado jefe del llamado Comando Tlahuica, una célula delictiva “que no existe en realidad”.
“El Profe” (otro expolicía ministerial de Morelos) fue detenido en Cuautla el 16 de febrero del año pasado, con mil 110 pastillas de fentanilo. Una denuncia anónima puso a ministeriales y a elementos de la Sedena tras su pista. Se había aliado con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Mucha de la información que proporcionó en 2019 fue verificada por la propia realidad semanas o meses más tarde.
El gobierno de Cuauhtémoc Blanco ha negado cualquier vínculo con “El Ray”. “Soy una persona con principios y valores, estoy abierto a cualquier investigación”, dijo.
La revista “Proceso” reveló, sin embargo, la existencia de una red criminal en el gobierno de Morelos, que vincula a José Manuel Sáenz Rivera y José de Jesús Guízar Nájera, jefe de oficina y subsecretario de Gobierno, respectivamente, con Los Rojos y el Cártel Jalisco Nueva Generación.