Irán.- Irán sufrió el miércoles una “importante interrupción” de su conexión a internet, en medio de convocatorias de nuevas protestas varias semanas después de la muerte de una mujer de 22 años que había sido detenida por la policía iraní de la moral, según un grupo activista.
Las manifestaciones por la muerte de Mahsa Aminni se han convertido en uno de los mayores desafíos a la teocracia iraní desde las protestas del Movimiento Verde en 2009. En las marchas han participado trabajadores petroleros, estudiantes de secundaria y mujeres que se quitaron el hiyab, un pañuelo que cubre el cabello y que es obligatorio en Irán.
Las convocatorias de protestas a partir del mediodía provocaron un enorme despliegue de policías antimotines y agentes de paisano por toda Teherán, según testigos, que también describieron problemas en la conexión a internet de sus celulares.
NetBlocks, un grupo activista, dijo que el tráfico de internet en Irán había caído en torno a un 25% en comparación con su pico, incluso en un día laboral en el que los estudiantes asistían a clase.
“Es probable que el incidente limite más el libre flujo de información durante las protestas”, señaló NetBlocks.
Pese a todo, los testigos dijeron haber visto al menos una manifestación en Teherán de unas 30 mujeres que se quitaron el hiyab y corearon “¡Muerte al dictador!”. Esos lemas, que aluden al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, pueden derivar en un juicio a puerta cerrada ante la Corte Revolucionaria del país, con la posibilidad de una condena de muerte.
Los autos que pasaban hacían sonar la bocina en gesto de apoyo, pese a las amenazas de las fuerzas de seguridad. Otras mujeres simplemente continuaban con su rutina diaria sin ponerse el hiyab en una forma de protesta silenciosa, según los testigos.
También hubo manifestaciones en campus universitarios de Teherán, según parecían mostrar videos en internet.
Otros videos parecían mostrar manifestaciones el miércoles en Baharestan, al sureste de la ciudad de Isfahan, así como en la ciudad sureña de Shiraz y la ciudad norteña de Rasht, en el Mar Caspio. Resulta difícil reunir información sobre las manifestaciones dadas las restricciones de internet y las detenciones de al menos 40 periodistas en el país, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
El gobierno iraní insiste en que Amini no fue maltratada, pero su familia dice que el cuerpo mostraba magulladuras y otros signos de golpes tras haber sido detenida por incumplir el estricto código de vestuario de la república islámica. Los videos posteriores han mostrado a agentes de seguridad golpeando y empujando a mujeres en protestas, incluidas algunas que se quitaron el hiyab.
En declaraciones el miércoles en el Consejo de Oportunidades del país, Jamenei volvió a afirmar que los enemigos externos de Irán fomentaron las manifestaciones, a las que restó importancia y describió como “dispersas”.
“Algunas de estas personas son elementos del enemigo, y si no lo son, están dirigidas por el enemigo”, dijo Jamenei.
El descontento ha sido especialmente visible en las regiones kurdas en el oeste de Irán, ya que Amini era kurda. Un grupo kurdo llamado Organización Hengaw para los Derechos Humanos compartió el miércoles imágenes de comercios cerrados y calles vacías en algunas zonas y dijo que había una huelga de tenderos. El grupo también compartió un video que según dijo se había grabado en la localidad natal de Amini, Saqqez, donde se veían camionetas de policías antimotines pasando por la ciudad.
Aunque las protestas se han centrado en la muerte de Amini, el malestar latente ha ido creciendo en Irán durante años debido a la maltrecha economía del país. Las sanciones por el programa nuclear iraní han provocado un colapso de la moneda iraní, el rial, lo que ha diezmado los ahorros de mucha gente.
Sigue sin estar claro cuánta gente ha muerto o sido detenida en las protestas.
Un grupo con sede en Oslo, Derechos Humanos de Irán, estimó el miércoles que al menos 201 personas han sido asesinadas. Eso incluye unos 90 muertos a manos de fuerzas de seguridad en la localidad oriental de Zahedan, donde se produjeron protestas contra un policía acusado de violación en otro caso distinto. Las autoridades iraníes han asociado la violencia en Zahedan con separatistas no identificados, sin ofrecer detalles ni pruebas.
Han circulado muchos videos de policías antimotines disparando hacia la multitud, en algunos casos probablemente con munición real. En una aparente respuesta a la presión pública, el jefe de policía de Irán, el general Hossein Ashtari, aseguró el miércoles en la televisora estatal y sin presentar pruebas que “grupos contrarrevolucionarios extranjeros” habían utilizado uniformes de policía y disparado a la gente. Afirmó que sus agentes habían detenido a algunas de esas personas.
Entre tanto, el ministro iraní de Educación Yousof Nouri, dio la primera confirmación de que se había detenido a niños en edad escolar en las protestas. Declinó dar una cifra de detenciones, según el diario reformista Shargh, y se limitó a decir que esos menores no estaban en prisión, sino “en un centro psiquiátrico”.
HLL